Albert Torres tomará hoy un avión desde el Aeropuerto de Valencia con destino Apeldoorn para encontrarse en el velódromo de esta localidad neerlandesa con su gran objetivo del año: el Campeonato del Mundo de Pista.
El pistard menorquín parte como uno de los grandes candidatos al arcoíris tanto en la especialidad de omnium como en la de madison junto a Sebastián Mora y será la gran carta del combinado nacional a las medallas en este Mundial, que arranca mañana y que se prolongará hasta el próximo domingo 4 de marzo. “Tengo muchas ganas de que empiece ya la competición. Hemos hecho una planificación para llegar al 100% al Mundial combinando un bloque de carretera con trabajo específico de pista que es, a mi juicio, la mejor opción para afrontar una cita de esta envergadura”, explica el menorquín al respecto de su preparación, que ha estado repartida entre una larga concentración en el Velódromo Luis Puig y su participación en la Volta a la Comunitat Valenciana y la Challenge de Mallorca, donde obtuvo una quinta y una sexta plaza en dos resoluciones al sprint.
Sus éxitos recientes en la disciplina de omnium, en la que ha alcanzado en dos ocasiones el título europeo y el bronce en el pasado Mundial, han llevado a Torres a aceptar con naturalidad su condición de favorito. “Esta modalidad ya no es una incógnita. Los resultados me están respaldando y mi ambición ahora es luchar por el oro y ganar el arcoíris. Soy consciente de que esto es un Mundial y que estarán los mejores del mundo, pero tengo la tranquilidad de que he podido entrenar bien y estoy muy bien de forma”, comenta el balear, que no duda a la hora de señalar a sus principales adversarios. “Benjamin Thomas, que es el actual campeón del mundo, será la rueda a seguir. Además, habrá que estar muy pendientes de Niklas Larsen, que estuvo muy bien en las pruebas de Copa del Mundo de principio de temporada; Jan Willem Van Schip, que dominó en la última Copa del Mundo de Minsk y, además, estará especialmente motivado por correr en casa; o del italiano Simone Consonni”.
Albert Torres detalla que el omnium es una disciplina “en la que hay que ser muy regular y gestionar muy bien las situaciones de carrera. Además, contar con una gran capacidad de recuperación será decisivo, pues las cuatro pruebas se afrontan en el mismo día y con apenas una hora u hora y media de descanso entre una y otra”.
En cuanto a su planteamiento de carrera, desvela que no le gustaría encontrarse en una situación similar a la que vivió en el pasado Campeonato de Europa. “No quiero verme con una desventaja de 20 puntos al iniciar la prueba final de puntuación por un despiste como en el pasado Europeo. En aquella ocasión todo salió a la perfección, pude enjugar la diferencia y hacerme con el oro, pero es muy difícil volver a salvar una situación así”.
En lo que respecta a la prueba de madison, en la que volverá a forma pareja con su inseparable Sebastián Mora, con el que ha sido dos veces campeón de Europa, el reto es el mismo: vestirse de arcoíris. “Ese es el objetivo. Todo el trabajo que estamos haciendo es para intentar ganar, pero ello no significa que vayamos a hacerlo. Esto es un Mundial y conseguir un gran resultado es muy difícil. Yo valoro mucho cada medalla que se consigue en un Campeonato del Mundo, pues estás antes los mejores y hay que ser consciente de lo complicado que es, por la gran cantidad de factores que influyen y todo el trabajo que hay detrás”.
Y quizá el ejemplo que mejor ilustre ese pensamiento de Albert Torres es la desafortunada caída que sufrió en el pasado Europeo y que acabó en un instante con sus aspiraciones de subir al cajón junto a Mora. “Independientemente de aquella caída, creo que llegamos mejor a este Mundial que el año pasado al Europeo. Aunque es verdad que la pareja australiana, formada por Cameron Meyer y Callum Scotson, se ha mostrado intratable y va a ser difícil batirlos. Tampoco podemos olvidarnos de Francia, con Thomas y Kneisky, que siempre cogen muchísimos puntos en la primera parte de carrera y habrá que intentar estar con ellos en ese tramo inicial”, revela el menorquín, que piensa que “si la Madison se hace dura, como nos gusta a nosotros, podríamos sacar ventaja al final. Aun así, nuestros rivales ya nos conocen, saben cómo corremos y es probable que tengamos que improvisar o ser más agresivos para dar la sorpresa, porque si se esperan cuando vamos a realizar nuestros movimientos será difícil marcar diferencias”, concluye Torres, que antes de despedirse manda un mensaje de tranquilidad y esperanza. “Los últimos Campeonatos del Mundo, en los que he podido conseguir medalla, me dan la tranquilidad y la confianza de que con el trabajo los resultados llegan y esperemos que en esta ocasión vuelva a ser así”.