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Después de dos medallas de plata, una de bronce y un cuarto puesto en los cuatro Mundiales que había corrido de puntuación, sí hubo quinto malo para Eloy Teruel, que hoy ha terminado en la duodécima plaza, con un punto –logrado en el séptimo sprint-, en una prueba que ganaba el británico Jonathan Dibben.
Pronto se dio cuenta el murciano “que no me iban las piernas. Es una pena porque ha sido una carrera muy dura, de las que me gustan a mí. Pero cuando te fallan las fuerzas, poco hay que hacer. Me sentía muy débil y aunque a mitad de carrera pensé que me estaba recuperando; no fue así, por lo que no pude hacer nada. Sin duda, el mes de febrero que he pasado, con todos los problemas físicos ha sido determinante, aunque pensaba que podía estar mejor, tenía esa ilusión de poder brillar hoy. Una pena y a pasar página”.
A Teruel no le iban las piernas © RFEC
Por lo demás, la carrera, que se corrió a una velocidad altísima fue un cerrado duelo entre cuatro corredores: el británico Dibben, que ganaba vuelta junto al japonés Eiya Hashimoto casi de salida; el francés Benjamin Thomas, el belga Kenny De Ketele y el austriaco Andreas Graf, que ganaban vuelta a mitad de carrera. Desde ese momento, lucha en los sprints intermedios y alguna intentona, como la del austriaco que salió tras Teruel en uno de los pocos momentos en el que el español lo intentó –“incluso estando mal no me dejaban moverme”, apostillaba-, para llegar los cuatro en un margen de cinco puntos al final de carrera.
Thomas lo intentó en esos últimos giros, sabiendo que sólo le valía ganar y que sus rivales fallasen. Pero Dibben, en un potentísimo arranque, le superaba y se llevaba esa última puntuación con la que igualaba a Graf (48 puntos) y le superaba en el desempate del último sprint, con De Ketele como bronce.
Peralta estará en Río
A pesar de marcar un tiempo de 10.064, Juan Peralta no conseguía pasar el corte de los 200 metros, vigésimo séptimo, en el torneo de velocidad, por menos de dos centésimas (10.047), aunque el gran objetivo, el de calificar esta prueba para los Juegos Olímpicos de Río se había conseguido. De todas formas, nada mejor que ver los 10.035 del ex campeón del mundo François Pervis y cómo caía en primera ronda ante el neerlandés Jeffrey Hoogland para darnos cuenta del nivelazo existente en esta disciplina.
García de Mateos © RFEC
Vicente García de Mateos era el segundo español en liza en esta tercera jornada de los Mundiales, en la prueba de persecución en la que marcaba un tiempo de 4:29.483 que le suponía la decimosexta plaza. El castellano-manchego se mostraba desilusionado “porque he salido a un ritmo muy fuerte que no he podido aguantar. He montando un 53 x 14 y en las primeras ocho vueltas he ido bien. Pero luego no he podido moverlo. Por ello no puedo estar satisfecho, ya que esperaba estar como en Grenchen, en 4:25, incluso por debajo”.
La sesión de mediodía solamente tenía como prueba ‘española’ los 500 metros, en los que Tania Calvo marcaba un tiempo de 34:264 (con 19.241 en el primer paso) lo que le suponía la octava posición final, a 1.305 de la rusa Anastasia Voinova. “He tenido unas sensaciones un poco raras, por lo que comentaba ayer, ya que acostumbrada a trabajar la primera vuelta en la velocidad por equipos, la segunda se me ha hecho un poco larga”, comentaba la alavesa, que mañana afrontará la velocidad individual, como informa la RFEC.
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