Van Aert no debería correr solo en los momentos clave en carreras como el Mundial
No seria plato de gusto estar en la panza de la selección belga en los momentos inmediatos al final del mundial de Flandes, momentos en los que Wout Van Aert pasaba por las entrevistas con una cara de velatorio y Jasper Stuyven aguantaba las lágrimas bajo unas oscuras gafas de sol. Jasper, el ganador de San Remo, había sido cuarto en el mundial que acababa en las puertas de la casa de sus padres, menudo trago.
Bélgica lo hizo bien, lo bordó, de hecho en el tramo en el que la cosa era más predecible. Tim Declerq tiró y tiró, Yves Lampaert se cargó buena parte del pelotón, entre ellos algunos velocistas, Tiejs Benoot asistiendo la cabeza… todo perfecto.
Hasta Remco Evenepoel se ha vaciado por Wout Van Aert, antes de lo previsto, mucho antes, entrando a cortes kilométricos y tirando hasta menos de treinta kilómetros. Remco habrá callado a Eddy y a los que dudábamos de su lealtad al liderazgo de Van Aert en el Mundial, pero no estoy seguro que su baza se quemara en el momento adecuado.
Dicho todo esto, está claro que Wout Van Aert tiene un problema en carreras de este perfil, en grandes clásicas, juegos olímpicos y mundiales. Le colgamos la etiqueta de favorito único y las miradas y marcajes le matan.
Cierto es que, el Wout Van Aert de Lovaina no ha sido el ciclista top de la Vuelta a la Gran Bretaña de hace unas semanas, pero también lo es que no puedes afrontar un final tan imprevisible con tu líder completamente solo.
Artículo completo en El Cuaderno de Joan Seguidor