Aunque en los últimos años está más centrado en la preparación física de corredores, tanto en carretera, como técnico del UAE, como en pista, con la mitad castellonense del #GOTorresGoMora-, Didac Navarro tiene un amplio periplo como seleccionador, tanto en la Española, como en la Valenciana, con la que ha regresado en los últimos meses para ayudar a poner en marcha el nuevo proyecto de la FCCV.
¿Cuál es tu experiencia como ciclista?
Empecé con nueve años con la bici, animado por mi abuelo. Y estuve corriendo hasta amateur, pero lo que me motivaba la pista.
¿Cómo te iniciaste en pista?
En 1986 hicieron el velódromo de Silla, donde nací y donde estaba el club donde corría. Y desde el primer día comencé a ir por allí. Era lo que me gustaba y fui pasando etapas, aunque lo más que llegué fue a campeón de España por equipos. El año que mejor estaba, en 1999, tenía mucha ilusión por la madison, ya que iba a correr con Carrión, que estaba muy fuerte, y pensábamos que podíamos ganar. Pero fue el año en que se suspendió la prueba, por goteras en el Lluis Puig.
Ese mismo año me dijo Toni Cerda que quería contar conmigo para alguna Copa del Mundo, pero tuve una hernia discal y al final me llevó a la retirada. Unos decían que me operase, otros que un tratamiento con un corsé. Pero nadie me garantizaba que pudiera seguir corriendo. Si la lesión hubiera sido ahora, seguro que podría haber seguido corriendo, con lo que hoy sabemos. De hecho, ahora sigo montando sin problemas.
¿Qué recuerdo te ha marcado más como corredor de pista?
Haber conocido a dos campeones como Isaac Gálvez y Joan Llaneras. Con Gálvez coincidí ya en mi segundo Campeonato, todavía como cadete, en Silla, en 1991, donde arrasó. Y con Llaneras ya como élite. Los dos tenían algo especial. Y ya cuando llegué a seleccionador, pude conseguir repescarle, que fue algo muy importante, aunque desgraciadamente no duró mucho por su fallecimiento, que fue un palo enorme.
¿Cómo pasaste a ser técnico?
Cuando deje de ser ciclista, me dedique de lleno a estudiar. Llamé a Vicente Giner, que había sido mi seleccionador desde cadete, y le dije que quería estar con ellos para aprender. Con él y con Eloy Izquierdo, que llevaba la preparación. Aunque no había presupuesto, comencé a colaborar. Y aprendí muchísimo, tanto de Vicente como de Eloy, al que considero mi maestro tanto en entrenamiento como en ciclismo. Y lo que son las cosas, Vicente lo dejó, Eloy se fue a la Española y me quedé como técnico de la Valenciana. Terminé la carrera, y tras dos años como seleccionador autonómico, pasé a la Española, donde tuve la suerte de estar hasta Pekín, y fueron unos años en que obtuvimos unos grandes resultados.
Hace unos meses, volviste a la Valenciana, aunque lo dejaste recientemente. ¿Qué trabajo hacías en la Federación?
Cuando salió elegido Kike Gutiérerz como presidente, se puso en contacto con Javi Zahonero, para hacer un proyecto técnico desde la base, muy bien estructurado, y me pidió que le ayudase para arrancar. Y así lo hicimos, aunque por mi situación en el UAE, mi dedicación no podía ser total y hablamos de que después de los Campeonatos de España de Galapagar cogiera Guillermo Ferrer la responsabilidad como seleccionador, porque es un técnico de la casa, conoce muy bien a los chavales y pensamos que era la persona idónea para llevarlo. Pero eso no significa que me haya ido. Yo estaré aportado mis conocimientos, en la preparación de pruebas de equipo como madison, como persecución, pero no en el día a día, ni en esa responsabilidad de seleccionador, que es algo de lo que se encargará Guillermo. Pero como te decía, hay un proyecto muy bonito por delante.
¿Qué otras actividades realizas actualmente?
Cuando dejé la Española, pasé a entrenar a corredores como Pablo Aitor Bernal, como Sebastián Mora, que es como un hijo mío, y con el que sigo hasta ahora. Y entré la Universidad a dar clases en Ciencia del Deporte.
Pero el año pasado tuve la oportunidad de fichar por el UAE, que ha sido un cambio fundamental en mi vida profesional y personal, un sueño estar en el World Tour. Es un trabajo fantástico, sobre todo por Matxin, que es el mejor del mundo a la hora de gestionar una estructura en todos sus aspectos, calendario, fichajes, logística… Y te sientes una parte, porque confían en ti, e implicado, porque es una persona que nos escucha a todos. Empecé con la preparación de tres ciclistas y ahora llevo seis y el hecho de que vayan bien, y que el equipo esté funcionado a ese nivel es algo que te refuerza.
Aparte de ello, estoy en EntrenamientoCiclista, con Javi (Zahonero), donde sigo llevando a algunos corredores jóvenes de la zona, a Iker Bonillo, y Mora, claro.
¿Cuál es tu momento favorito cuando trabajas como técnico?
Como técnico, la competición. Pero no sólo el momento de la misma, sino desde que la estas preparando, en esos momentos previos, en los que planificas la carrera que quieres hacer.
¿Cuál es tu disciplina favorita?
Las pruebas de estrategia, todas las de fondo, como la puntuación, la madison, el ómnium… Siempre hemos intentado innovar, especialmente en estos últimos años con Torres y Mora.
¿Qué recuerdo te ha marcado como técnico?
Sin duda, los Juegos Olímpicos de Pekín, con las tres medallas. Es cierto que la de Llaneras era bastante esperada, pero la madison tuvo todo un trabajo detrás desde el fallecimiento de Isaac y luego la lesión de Torrent pocos meses antes de los Juegos. Y por supuesto, la de Leire, que teníamos más confianza nosotros que ella. Fue un proceso muy bonito, en el que clasificamos todo menos la persecución individual, y no era ya fácil hacerlo. Fue la culminación de un ciclo muy bonito.
¿Un corredor o corredora al que haya dirigido y te haya dejado huella?
Por nivel, por profesional, Joan Llaneras. Yo no tenía ni 30 años cuando entré como seleccionador y era una persona de la que podías aprender en todos los aspectos, pero que también estaba abierto a escuchar. Un ciclista referencia en todo, material, posición, preparación…
¿Y un técnico que te haya marcado, hayas trabajado o no con él?
Eloy Izquierdo. Más que un preparador, ha sido mi maestro, como te decía antes. Y en la Española hizo un trabajo impresionante, para quitarse el sombrero. De hecho, continúo teniendo una relación muy buena, le consulto a menudo porque siempre está al día, con los nuevos gadgets, con las últimas tendencias. Me gusta poder trabajar con él.
Y para terminar, y sin extenderte –que el tema da para mucho-, ¿qué harías para mejorar la pista?
La pista necesita un programa estructurado, claro y con técnicos muy cualificados. Y estamos muy lejos de todo eso.