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Nibali siempre es uno de los favoritos al triunfo / © RCS
Vincenzo Nibali es un mar de dudas. Tras un año en el que su fatídico accidente en la 12ª etapa del Tour de Francia, con final en Alpe d’Huez, hipotecó su temporada en cuanto a grandes vueltas se refiere y ‘solo’ se pudo adjudicar la Milán-Sanremo, el italiano quiere recuperar el tiempo perdido en este 2018.
Con vistas a la próxima temporada, el ‘Squalo’ no ha decidido todavía qué piensa hacer: «La planificación para 2019 no será fácil», ha señalado en la Gazzetta dello Sport. Y es tanto el Giro de Italia como el Tour le hacen ‘tilín’ al siciliano: «Realmente me gustan los dos. No descarto que acabe haciendo ambos«, reconoce.
Echando la mirada atrás, a Nibali le ‘toca’ volver a empezar el ciclo. En 2016 ya llevó a cabo el doblete Giro-Tour, la segunda vez en su trayectoria -la anterior fue en 2008, con 24 años-. Entonces, el Tiburón se adjudicó el triunfo final en la Corsa Rosa, con victoria de etapa incluida en Risoul, pero en el Tour -sin competir entre una prueba y otra- tuvo una actuación discreta y finalizó trigésimo.
En 2017 descartó el Tour para defender su trono en la ronda italiana y concluyó tercero -tras Dumoulin y Quintana-, a lo que hay que añadir el segundo puesto absoluto en La Vuelta por detrás de Chris Froome. En 2018, tras renunciar al Giro, su lamentable enganchón con la correa de la cámara fotográfica de un espectador y la subsiguiente fractura vertebral dio al traste con sus opciones en París, Madrid e Innsbruck.
Así, toca ‘volver a empezar’. Con 34 años, quiere que su carrera se prolongue «dos años más después de 2019» para, llegada esa fecha, tal vez cambiar de registro: «En un par de años podría centrarme solo en las clásicas, pero todavía me siento como un corredor de vueltas por etapas».
¿Con qué maillot? Nibali espera reunirse con su ‘patrón’, Brent Copeland, en la próxima estadía en Hvar (Croacia) y alcanzar un acuerdo: «Me gustaría estar con Bahrain esos dos años más«, asegura.
