Con la excepción del campeonato italiano (12º), obligatorio para todos los ciclistas profesionales del país, el último Tour de Polonia ha marcado el regreso de Vincenzo Nibali a la competición ciclista, desde que terminara tercero en el Giro de Italia el pasado mes de mayo. El top 10 (9º) que consiguió en el Bukowina Tatrzanka muestra que está preparado para el inicio de la Vuelta a España el próximo 19 de agosto en Nîmes.
El Tiburón fue el primer ciclista en vestir el maillot rojo, cuando este color se convirtió en la insignia de la Vuelta, en 2010. Durante la edición de 2013 lideró la general durante 13 días, pero el estadounidense Chris Horner le arrebató el maillot a falta de tres etapas para finalizar La Vuelta. Ahora, en una entrevista concedida a la web de la Vuelta, el transalpino asegura estar preparado para el nuevo reto.
¿Qué conclusiones saca del Tour de Polonia?
Estoy contento con mi estado de forma actual. En el Tour de Polonia volvía de un periodo de entrenamiento en altura por lo que sabía que no podía ser muy competitivo. Teniendo en cuenta esto, el 9º puesto que obtuve confirmar que he trabajado bien y que estaré en plena forma para la Vuelta.
¿Cuáles son sus ambiciones para la Vuelta?
Siempre me ha gustado la Vuelta, la he ganado ya una vez y las carreras en España me favorecen. Como siempre, tomaré la salida para dar lo mejor de mí y el 10 de septiembre, cuando finalice la carrera, comprobaremos si tenía razón.
¿Qué sabes acerca de la carrera de este año?
No conozco todos los finales en algo, pero sí algunos. Conozco particularmente bien el Alto de l’Angliru. Para los demás puertos, le preguntaré a mi amigo Purito (Joaquim Rodríguez, el hombre al que le quitó el maillot rojo en la contrarreloj individual de Peñafiel en 2010 y que ahora es embajador y asesor de su equipo Bahrain-Mérida). Sobre el papel me parece una Vuelta que, como siempre, será dura y exigente.
¿Qué se le pasa por la cabeza al ver la lista de favoritos: Froome, Contador, Aru, Bardet, Chaves, los hermanos Yates, Barguil, Majka, Zakarin, etc. ?
Son todos grandes ciclistas, lo que garantiza un buen espectáculo. Algunos vienen del Tour de Francia y otros han hecho el Giro de Italia conmigo, pero todos pueden apuntar al podio o a la victoria final. No creo que haya un claro favorito. De hecho, creo que la carrera puede dar muchas sorpresas.
¿Podríamos decir que la Vuelta es la competición que lo ha convertido en un gran vueltómano, pero que también es la carrera que le ha dejado un sabor de boca más amargo?
La Vuelta me ha convencido de que soy un corredor de carreras por etapas. El maillot rojo me trae recuerdos muy emotivos, aunque también me recuerda el segundo puesto tras Horner, en 2013. Pero la derrota forma parte del deporte y, además, suelo mirar siempre hacia el futuro.
¿Cómo describiría el ambiente de la Vuelta?
Todavía recuerdo los gritos de los aficionados, especialmente en las partes más empinadas de las subidas a los puertos. El apoyo de los fans españoles hace que sea una carrera muy cercana y, debo decir, que me gusta el afecto de la gente, es un chute de energía para mí.