El italiano Vincenzo Nibali está empezando a sufrir su injustificable acción de remolcarse del coche de su equipo Astana durante la 2ª etapa de la Vuelta a España y más tratándose de un corredor de su calidad y palmarés -tiene las tras grandes en su ficha-, ejemplo para muchos y entre ellos menores que se aficionan al ciclismo y aspiran a conseguir sus cotas. «Hay algunos que me han hecho pasar por un monstruo y eso no me parece bien. He cometido un error, y punto» comentó en declaraciones al diario deportivo italiano La Gazzetta dello Sport.
El corredor -como informamos esta mañana– ha cancelado su cuenta de twitter, aunque no así la de facebook tras las numerosas «críticas y abusos» recibidos, según afirmó a cyclingnews. «Me acordé de que Bradley Wiggins suspendió su cuenta después de recibir una gran cantidad de abusos en Twitter y he decidido a hacer lo mismo. Hay algunos locos por ahí que piensan que pueden abusar de la gente a través de las redes sociales y me enfadé. He decidido tomar un descanso y suspender mi cuenta hasta que las cosas se calmen».
El siciliano -que ya emitió un comunicado pidiendo disculpas- se escudó afirmando que no es el primero ni el último que imita su antideportivo gesto. «Negar el hecho de que engancharse a un coche para reincorporarse a la carrera después de sufrir una caída o un accidente no es común es decir una mentira. Una hipocresía«.
También admite cierta manía persecutoria hacia su figura y deja entrever que es por el hecho de pertenecer al equipo kazajo, en libertad vigilada por la UCI tras las cinco positivos del año pasado y por la controvertida figura de su mánager Alexandre Vinokourov, sancionado por dopaje en su carrera deportiva. «A lo mejor contra mí hay una especie de fijación por el equipo que represento. Hay muchos que no ven con buenos ojos al Astana.
Al menos le compensa haber recibido «muchos mensajes de apoyo y frases de consuelo», entre los que se encuentra su compañero de equipo y retirado temporalmente tras su tumor testicular, Ivan Basso.
Nibali quiere ya «a partir de mañana pasa página» y volver a la competición ya este domingo. «Querría volver a correr, a lo mejor el domingo en Plouay, pero necesito que la UCI y los organizadores de la Vuelta me den el ok. El director Javier Guillén ya me ha dicho que por él no hay problema». Pero la UCI no lo permite -a diferencia de otras circunstancias como abandonos por caída o lesiones- al haber sido expulsado de carrera. Su próxima carrera podría ser la Copa Agostoni el 16 de septiembre. Cabe destacar que no se trata de una decisión sobrevenida ya que la normativa disciplinaria de la UCI es clara en este sentido. Su artículo 12.1.023 estipular que «cualquier corredor eliminado de una carrera por etapas no podrá participar en otra competición durante la duración de la carrera en la que fue sancionado«. En caso de hacerlo, la misma regla estipula «una sanción de 15 días y una multa de entre 200 y 1.000 francos suizos«