Nibali y Astana, cumbre de alto voltaje en Kazajistán

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Nibali y Vinokourov se verán las caras el sábado

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Expulsado de la Vuelta a España. Repudiado por medio pelotón. Criticado por gran parte de la afición. Insultado por los no tan aficionados. Vincezo Nibali está conociendo esta semana el lado más amargo de este deporte. Un deporte en el que, dicho sea de paso, se ha convertido en un asunto más grave –o, al menos, más mediático– una trampa como la de agarrarse a un coche en plena disputa de una carrera que recurrir al uso de sustancias prohibidas. No recordamos, desde la confesión televisiva de Lance Armstrong, un revuelo similar en el ciclismo al que ha protagonizado el italiano durante los últimos días cuando, objetivamente, su caso no es ni mucho menos comparable al de otros tramposos que se han ido conociendo.

Pero las cosas, en este mundo hiperconectado y en el que cualquiera puede hacer oír su voz con una repercusión nunca antes conocida, son así. Para bien y para mal. Al final del capítulo, lo único que queda a nivel deportivo es un deportista apartado de una carrera y con su preparación de cara al Mundial de Richmond muy comprometida. Ahora, se tendrá que conformar con correr las pruebas de Quebec y Montreal para preparar su asalto al arcoíris.

De esto y de otras cosas hablará Nibali con los máximos responsables de Kazach Cycling el próximo sábado, cuando viaje a Kazajistán para una cumbre en la que se tendrán que tratar muchas cosas y, sobre todo, intentar rebajar la tensión que se ha generado tras sus feroces críticas al equipo que, según él, sólo se preocupó de Fabio Aru en el momento en el que se quedó cortado viajando hacia Caminito del Rey. Una reunión que se ha disfrazado oficialmente como la asistencia del italiano a un acto benéfico y, ‘ya de paso’, una reunión con sus empleadores.

Fuentes cercanas al corredor niegan que esta reunión improvisada pueda suponer un cambio de dirección en la relación entre el siciliano y el equipo Astana, sino que el ganador de Giro, Tour y Vuelta pretende en ella sentar las bases de su programa de carreras de cara al próximo año y, sobre todo, en el equipo que deberá de rodearle en las grandes citas.

Pese a ello, y dada el elevado tono que alcanzaron sus palabras durante esta semana y la conocida volatilidad de los mandatarios kazajos con Vinokourov al frente –recordemos que en junio el todavía Campeón Olímpico ‘rajó’ sin compasión por los discretos resultados de su gran figura en los primeros meses de la temporada–, esta reunión puede ser calificada como de cumbre de alto voltaje.

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