En la semana de la cuenta atrás para el Giro 2022, llega el recuento de favoritos, el sondeo de aspirantes y la lista de futuribles, que tras verla y releerla, no encuentro a nadie mejor situado que Richard Carapaz. A favor del ecuatoriano juegan varios puntos, pero uno que sólo tiene él, siendo aspirante cinco estrellas, que es su condición de ganador de la carrera.
He escuchado varias veces a Alberto Contador, y coincido en ello, que el salto en mentalidad que implica haber ganado una gran vuelta es brutal, una especie de coraza que te sirve para gestionar tiempos, manejar rivales y elegir los sitios donde golpear con mayor certeza.
Richard Carapaz ganó el Giro de Italia hace tres años, desde entonces no ha vuelto a la carrera, haciendo entonces virtud de una de sus grandes bazas, una inteligencia como pocas hay en el pelotón. Sin ser favorito, totalmente relegado por el duelo Roglic-Nibali y teórico segundo de Movistar, tras Landa, se trabajó su victoria desde la primera semana, dando el salto en aquella famosa jornada de Courmayeur, en los confines del Valle de Aosta, siendo muy, pero muy, listo, a la par que fuerte.
Creo que el año pasado, Richard Carapaz comprendió en primera persona que, compitiendo Tadej Pogacar en el Tour, lo mejor era pasar de la ronda gala y centrar otros objetivos.
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