Si todo sale según lo previsto, a finales de este año la ciudad de Madrid contará con 10 kilómetros más de carril-bici. Así lo ha comunicado la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Es de destacar que este recorrido transcurre por el casco histórico, más concretamente por las calles de Génova- Sagasta- Carranza- Alberto Aguilera- Marqués de Urquijo- Ferraz- Pintor Rosales- Bailén- Gran Vía de San Francisco- rondas de Toledo, Valencia y Atocha y paseos del Prado y de Recoletos.
Este proyecto, que se ha denominado como M-10, cuenta con casi medio millón de euros y algo más de tres meses para ser finalizado. Los trabajos comenzarán esta semana con el pintado del carril específico. En total tendrá 10,3 kilómetros de ciclo-carril y 9,8 kilómetros de carril bus. Se trata de una vía en la que convivirán las bicicletas y los autobuses. Además, el Consistorio adelantará 67 líneas de detención en los semáforos para motos y bicis. Puesto que será necesario reservar un carril para el autobús a lo largo de todo el anillo, se aumentará la frecuencia de las 25 líneas que «utilizan total o parcialmente ese eje «, según se ha precisado.
Se creará un paso que conectará plaza de España con los Jardines de Sabatini a través de la calle Bailén. Según se aclara desde el Ayuntamiento, la idea es que durante el primer semestre del próximo año se ponga en marcha el sistema de bicicleta pública. Se trata 120 estaciones de anclaje y 1.560 bicis a disposición de madrileños y visitantes en su primera etapa.