En agosto de 2016 Carlos Coloma conseguía el triunfo de su vida, esa medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río que tanto se había merecido tras casi veinte años de carrera y que nos hizo emocionarnos a muchos de los que no pudimos seguirla en vivo. En el presente ciclo olímpico, el riojano porfió para llegar a Tokio, a los que iban a ser sus cuartos Juegos Olímpicos, tras quedarse fuera tras una cierta polémica en 2004, y haber sido 26º en Pekín y sexto en Londres, antes de subir al podio.
Sin embargo, a finales del pasado mes de marzo, Coloma anunciaba su retirada, por un cúmulo de razones que nos explica en esta entrevista, en la que cómo no, terminamos hablando de ciclismo en pista.
Una decisión como esta no se toma de un día para otro. ¿Realmente, cuándo te decidiste a dar el paso?
La decisión ya la tenía pensada desde el año anterior. Siempre he querido dejar el deporte de élite estando todavía en un buen momento. Pero quería afianzar el proyecto y por eso decidí arrancar la temporada, para acompañar a los corredores en los comienzos y ahora dar ese paso al lado para potenciar la estructura y trabajar por los corredores desde la dirección.
“El objetivo, que los tres corredores de BH-Templo Cafés estén en Tokio”
¿Tuvo algo que ver para tomar la decisión el hecho de que te vieras con menos opciones de estar en Tokio?
Cuando entreno de cara a los grandes objetivos y compito en citas importantes rindo a un nivel muy superior. Pero estos dos últimos años he sido ciclista profesional y manager profesional, y esto me llevaba a dividir las energías. Tenía dos opciones, de marzo a julio delegar totalmente, o hacer lo que he hecho. Mi momento eran los Juegos en 2020, en los que me había preparado bien y estaba seguro de poder rendir al máximo nivel. Pero con el parón y todo lo que llevó el confinamiento, no es lo mismo. Podría haber llegado a los Juegos con un nivel aceptable, pero no con el razonable. Ahora, a cuatro meses de los Juegos, el objetivo es que los tres corredores de BH-Templo Cafés estén en Tokio. En lo personal, he clasificado a España para cinco Juegos, tengo una medalla y un diploma y eso es lo que me quedo.
Un objetivo que tiene su primer eslabón en Rocío del Alba García, que es casi una apuesta personal…
Está cumpliendo todo lo que estaba planificado. Pero por mucho que haya plan, llevarlo a cabo es distinto, siempre puede haber algún obstáculo. Ya va llevamos cuatro años y medio juntos, desde que mi carrera se fusionó con la suya. La estrategia era luchar y ahí estamos. Su sueño era ser piloto Red Bull y lo ha conseguido. Tiene el mejor entorno de material, de staff y está valorada económicamente, lo que te hace sentirte un campeón. Siempre he luchado por ello, porque los sub23 tengan la remuneración que deportivamente se merecen. Y he dejado equipos en los que no se compartía esta filosofía. El objetivo está caro, pero hay que soñar, porque está luchando por ello, poniendo todo lo que está de su parte y más. Es cierto que le faltan un par de años para alcanzar la madurez, por edad o en el aspecto físico. Pero ahora mismo está en el top 5 mundial y ¿por qué no puede suplir ese poquito que le falta con un día mágico?
Y en el caso de David Valero y Pablo Rodríguez, ¿cómo ves sus opciones?
Hemos tenido la suerte de poder fichar a David este año y le estamos dando todo. Hemos ampliado la estructura del equipo, hemos puesto a un preparador como Manu Mateo para los tres y va por el buen camino, y está convencido de ello. En cuanto a Pablo, ¿qué otro corredor tiene en España su palmarés internacional? Quedan dos Copas del Mundo, en Alemania y Chequia, que son dos circuitos que le van muy bien y en los que ya ha obtenido los resultados. La decisión no se tomará hasta mayo, pero el seleccionador tiene que pensar en la experiencia, en poder aguantar la presión en unos Juegos.
“Humildemente, creo que estamos ya entre los mejores del mundo”
Unos Juegos que no podrás presenciar in situ, debido a la prohibición de que haya espectadores extranjeros…
Confío el poder ir, con la Federación o con el COE. Teniendo mi experiencia y con los corredores del equipo, creo que puedo desempeñar una labor importante allí.
Volviendo al equipo, ¿cuál es el objetivo a corto plazo, estar entre los mejores del mundo?
Humildemente, creo que ya lo estamos. Tenemos unas instalaciones propias, una estructura muy fuerte, con dos mecánicos a tiempo completo, una jefa de prensa, un encargado de nave, todos ellos al 100%, pero con el suficiente tiempo para poder desempeñar correctamente su labor, sin agobios. Tampoco pensamos en ampliar corredores, ya que no quiero tener más de tres o cuatro como mucho. Por eso el equipo de promoción, el cofactory, es paralelo, bajo el paraguas de BH-Templo Cafés, pero no integrado por no saturar la estructura. Mantener esto y atender a las empresas que nos patrocinan lleva mucho tiempo. Por ello el objetivo no es crecer más, sino que todo el mundo pueda trabajar a gusto, para rendir al 100% y dar el esfuerzo máximo.
Pese a toda esta implicación, el día de tu retirada anunciaste que seguirías compitiendo, a menos escala. ¿Qué planes tienes?
Ahora estoy probando con las BH eléctricas, con las que quiero hacer alguna carrera e incluso el Mundial de eBike, que es la misma semana que es cross country. Pero más que competir, mi idea es que este trabajo se vea reflejado en las BH, que están apostando super fuerte por este tipo de bicicletas y nada mejor que testarlas en competición.
“He hecho algún entrenamiento en el velódromo de Lardero, pero con bici de carretera”
Vamos al tema, al del ciclismo en pista. ¿Has competido en velódromo?
La verdad es que no. Es una de las pocas disciplinas que no he hecho nunca y hay algunos aspectos que me gustan, como la potencia, la estrategia, la anticipación. Pero nunca lo he probado. Yo soy de pueblo y siempre he estado más al aire libre. Tengo el velódromo de Lardero cerca de mi antigua casa y alguna vez he montado allí, para hacer algún entrenamiento diferente, pero con la bici de carretera.
¿Qué puede aportar la bicicleta de pista a un biker?
De entrada, te diré que es bueno que los chavales hagan todo tipo de deportes, que prueben para decidirse lo que más le gusta y en donde pueden ir mejor. Yo de pequeño también hacía taekwondo y fútbol, que es mi otra pasión, hasta que me centré en la bicicleta. Y hasta los 18 años corría también en carretera. Pienso que puede aportarte cosas como mejorar las arrancadas, la potencia… Pero lo más importante es que tengas un velódromo cerca, y que entrenar allí no te dificulte el día a día. Si ello te supone un plus de dificultad…
¿Sigues el ciclismo en pista?
Si hay una competición como los Juegos, claro. En Pekín tuve bastante contacto con Llaneras y también con Leire. Pero de manera habitual, no puedo. Bastante tengo con estar pendiente del equipo y con la familia.
Y vamos a terminar con el test
¿Cuáles son las dos características que definen una bicicleta de pista?
(Sin dudar) Piñón fijo y frenos
¿Cuáles son las superficies habituales de un velódromo?
Madera, bueno, no sé si es tarima. Y cemento, claro.
¿Cuántas disciplinas de pista hay en los Juegos?
(Se lo piensa y duda) ¿Cuatro? Cuando le digo que son doce en total, exclama. ¡Madre mía! Ojalá en el BTT tuviésemos alguna más. Bien podrían meter un short track…
Y para terminar, ¿quiénes son los ciclistas que más medallas han conseguido en unos Juegos?
El inglés que ganó el Tour…. Wiggins ¿no? En este caso le digo que tiene razón, ya que totaliza ocho, pero que Jason Kenny y Chris Hoy tienen seis de oro y una de plata, y que el primero de ellos podría sumar alguna más en Tokio. ¡Que barbaridad!