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O’Grady, como líder del Tour de Francia
Stuart O’Grady ha reiterado que él sólo tomó dopantes para mejorar el rendimiento de una vez durante su carrera en bicicleta y que sus éxitos Paris-Roubaix y olímpicos se lograron sin la ayuda de drogas.
O’Grady anunció su retirada después del pasado Tour de Francia, pero se vio envuelto en la investigación del Senado francés sobre el dopaje durante el Tour de Francia 1998. El australiano tuvo análisis sospechosos por EPO, pero reconoció a la prensa australiana que había tomado la sustancia solo una vez en toda su carrera. O’Grady ganó una etapa y fue líder del Tour de 1998.
«Puedo sentarme cómodamente porque sé que nadie puede venir a decirme que tengo un resultado positivo en cualquier otro lugar. En los próximos 100 años mis nietos no escucharán nuevas historias sobre mi pasado», según recoge el libro «Green, Gold & Bold: Australia at the 100th Tour de France» escrito por el exdirector del ciclista y periodista John Trevorrow y su coguionista Ron Reed.
Las citas fueron recogidos por el Sydney Morning Herald, quien también destacó que O’Grady fue firme en que el resto de su carrera fue limpia. «Gané la París-Roubaix y mi medalla de oro olímpica, además de todas mis otras éxitos en el Tour de Francia, de forma limpia. Me alegro porque todas mis pruebas tomadas después de 1998 pueden ser reanalizadas».
En una entrevista exclusiva con Cyclingnews a finales del año pasado, O’Grady dijo que «soy muy afortunado de que los equipos a los que pertenecí el dopaje nunca fue una opción. Nunca estuvo sobre la mesa. Creo que tiene mucho que ver con las personas que te rodean y los directores de equipo, que tenían una mentalidad muy diferente a algunos otros».
