Omar Fraile (1990, Caja Rural-RGA) recibe hoy el homenaje de sus vecinos en Santurce como ganador de la montaña de la Vuelta a España, un podio “trabajado” y que no ha sido sino el colofón a la temporada. Este 2015 ha confirmado la calidad que atesora y ha logrado sus dos primeros triunfos como profesional, el Giro Appennino y una etapa de los Cuatro Días de Dunkerque. Un ciclista todoterreno que tiene sus mejores años por delante.
Fraile se muestra muy agradecido por “el mucho apoyo” que ha recibido de los medios y de los aficionados y que se traducirá en el recibimiento del Consistorio de Santurce hoy viernes. “El Ayuntamiento ha preparado un homenaje, con la ayuda de Iker Camaño, y es de agradecer que te reconozcan en tu pueblo. Un reconocimiento, además, al trabajo y es bonito. El podio se ha trabajado y se ha conseguido”, afirma orgulloso.
Nada menos que ha sido líder 19 de las 21 etapas de la Vuelta, desde la tercera etapa. “Significaba estar atento todos los días. Tienes que ir siempre con la calculadora y tienes que meterte en las fugas. Parece fácil pero no lo es tanto. Sí es verdad que las piernas me han acompañado y que los días clave tenía piernas para estar en las fugas”, destaca.
Y hay que tener en cuenta que la Vuelta 2015 ha sido su bautismo en las tres semanas. “Lo máximo que había hecho eran diez días en la Volta a Portugal. Sabía que mi cuerpo respondía y que siempre había acabado bien. Esto, sin embargo, era totalmente diferente, diez días más y he respondido bien. Sí que he cometido errores en la Vuelta y quizá en los últimos días me ha faltado fuerza, pero realmente he llegado bien a la última semana. Y he acumulado una experiencia para estar a un buen nivel en los próximos años”, asegura.
El sueño comenzó a hacerse realidad “en la etapa de Andorra”. “Sabía que era el día importante y que si entraba en la fuga podíamos pensar en ganar. Hasta ese día era muy difícil porque quedaba mucho por delante. No ganada pero la encaminabas mucho porque había muchos puntos en juego”, recuerda.
Al vizcaíno y a su equipo Caja Rural-RGA solo les ha faltado un triunfo de etapa por el que han luchado y que han rozado. “Yo creo que hemos hecho una gran vuelta, sexto por equipos, puestos, la montaña, solo nos ha faltado la guinda de una victoria de etapa”, lamenta.
La Vuelta no ha sido para Fraile sino la culminación de su mejor temporada, la cuarta en el Caja Rural-RGA pues en la primavera ganó el Giro Appennino y una etapa de los Cuatro Días de Dunkerque y ganó la montaña también en la Vuelta al País Vasco. “El año ha sido el de mi confirmación. No solo ha sido la Vuelta. He podido disfrutar de cada día, me he sentido cómodo en carrera, y han llegado los triunfos”, asevera. Y, de paso, superó con éxito una fractura de clavícula a mediados de junio.
La clave ha sido que se ha divertido y eso se ha traducido sobre el asfalto. “El año pasado, por el contrario, no fue bueno, no terminaba de encontrar un condición buena. Estaba bien físicamente y no era capaz de rendir. La cabeza muchas veces es la que te hace cambiar. Este año ha sido al revés, desde un primer momento me he encontrado muy a gusto en carrera y es lo que me ha hecho andar”, explica Fraile. “Además, he bajado peso y me he sentido muy bien sobre la bicicleta”, concluye a su agencia de representación Giuseppe Acquadro, que no ha confirmado el futuro del corredor vasco.