Omar Fraile (1990, Astana) debutó en el Tour de Omán y desde el domingo disputará la París-Niza. El de Santurce está en lo más alto del ciclismo profesional, el WorldTour, pero no es de los que olvida de dónde viene. Por eso, ha colmado una de sus inquietudes, fundar su propia escuela de ciclismo, Omar Fraile Eskola, de la mano de Mendiz Mendi, el club en el que se formó.
-Este mes lanza una iniciativa que le ilusiona, presenta su escuela de ciclismo.
-Así es, el 20 de marzo presentamos la Omar Fraile Eskola en colaboración con Mendiz Mendi, el club en el que crecí yo. Es un proyecto con el que estoy muy contento. Tenemos unos 30 chavales, desde niños de 7-8 años hasta 15-16, hasta cadetes de segundo año, y unos cuantos patrocinadores que han apostado por el proyecto. Se trata de mimar la base, de una escuela de ciclismo en la que empiecen desde pequeños y que sea un juego para ellos. Está abierta a todo niño que tenga la edad, aunque las plazas son limitadas. Salimos todos los sábados y domingos a las 9:30 del club Mendiz Mendi que está en Muskiz.
-¿Cómo surge esta iniciativa?
- Llevaba tiempo queriendo hacer una escuela. Somos profesionales y cada uno puede ayudar en su medida. Yo quería echar una mano a la base. Desde Mendiz Mendi deseaban dar un cambio y me animé. Yo voy a salir con los chavales cuando el calendario me lo permita, respaldado por Mendiz Mendi pues como juveniles pasarían con ellos: de la escuela, al club hasta sub23, élite o adonde lleguen.
-¿Cuál será su forma de trabajar?
- Desarrollaremos tres disciplinas, ciclocross, mountain bike y carretera, aunque estamos centrados en el mountain bike porque creemos que es la disciplina que más técnica supone y que más pueden desarrollar los niños. Yo por ejemplo vengo del mountain bike y me he podido adaptar bien a la carretera. Que los niños consigan esa técnica, aprendan, disfruten, se lo pasen bien con el mínimo riesgo posible, y que el día de mañana ellos decidan.
-Efectivamente, sus inicios fueron en el ciclismo de montaña.
-Yo crecí en las escuelas de Mendiz Mendi y competí en el mountain bike hasta juvenil de segundo año. Y en el primer año sub23 intenté compaginar la carretera y el mountain bike hasta que me centré en la carretera con 18 años.
-A nivel profesional, ¿cómo se siente en el inicio de esta nueva etapa en el Astana?
-La verdad es que hemos empezado muy bien y estoy muy contento. La adaptación al equipo ha sido muy buena. Estoy a gusto. Esperemos estar a ese nivel en las carreras más importantes que vienen. Quería estar en un equipo que no fuera conservador, siempre al ataque, porque es mi forma de correr. Es el ciclismo que me gusta y que se me da bien. Si me encasillo en un equipo más conservador, quizá no pueda explotar. Por eso creo que fue la mejor decisión.
-¿Cuál será su próximo calendario?
-París-Niza, Milán-San Remo, Vuelta al País Vasco, las tres clásicas de las Ardenas, Tour de Romandía, una concentración en el Teide, Tour de Suiza, Tour de Francia, Clásica San Sebastián y Vuelta a España. Estoy encantado porque es un calendario soñado.
-¿Qué le han pedido en el Astana y que se exige a sí mismo?
-El equipo, que me adapte sobre todo. Que me haga a los líderes y que el día que tenga la oportunidad la intente aprovechar. En Omán no me metieron presión y pienso que fui un corredor importante para el equipo. Yo personalmente me exijo bastante, siempre me gusta rendir a un buen nivel. Quiero tener un poco más de regularidad que pienso que ya conseguí el año pasado y llegar a las carreras bien. No desaprovechar la oportunidad y, si se puede ganar, mejor.