Fernando Ferrari / Daniel Montes / Ciclo21
26 noviembre
La Agencia Estatal Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte (CELAD) -antes AEPSAD- quiere saber qué deportistas y/po parte de sus entornos pueden ser susceptibles de sanción tras conocer la Operación Ilex, desvelada por este medio el pasado mes de julio.
Y como informamos el pasado jueves, el médico Marcos Maynar, su ayudante «Nacho», Vicente Belda Vicedo, su hijo Vicente Belda García, los exciclistas Ángel Vázquez y Luis Vicente Otín -director deportivo del Telco’m elite y sub-23– y el entrenador de un club de natación de Castellón, Rubén Bernal son los detenidos y/o investigados españoles sobre los que tendrían competencias para suspenderles provisiomalmente si existen prueba de violaciones de la norma antidopaje como, entre otras, compra, posesión, distribución y/o consumo de sustancias dopantes.
También están implicados como imputado el director deportivo del Glassdrive, el portugués Rubén Pereira y como testigo -no investigado- de un delito de dopaje, el profesional colombiano -residente en Andorra- del Astana kazajo, Miguel Ángel «Superman» López que estarían afectados por la CELAD, aunque sí por la Unión Ciclista Internacional (UCI)
Pero de momento, la titular del Juzgado número de 4 de la ciudad extremeña de Cáceres -donde vive el principal encausado Marcos Maynar- ha negado a la CELAD y a sus abogados del Estado facilitar información alguna sobre los protagonistas. El caso y las investigaciones siguen abiertas, por lo que la jueza no quiere filtrar ningún dato que pueda afectar al desarrollo de la instrucción.
Así lo contó El Periódico de España -citando fuentes del procedimiento judicial- incidiendo en que el organismo que preside José Luis Terreros «pueda ejercitar la facultad que le otorga el artículo 31.2 de la Ley de lucha contra el Dopaje en el Deporte, aprobada el 28 de diciembre de 2021, para «acordar, si procede, previa audiencia de los interesados, la suspensión de la licencia federativa a la luz de los principios del artículo 10 del Código Mundial Antidopaje en el Deporte». En principio, hasta que no se cierre la causa y termine el juicio oral aún sin fijar fecha, la CELAD no tendría información sobre los implicados a pesar de la colaboración habitual entre ambas instituciones por lo que ninguno de ellos será suspendido en sus licencias federativas si las poseen.
24 noviembre
El exciclista Vicente Belda, implicado en la Operación Puerto cuando dirigía al equipo Kelme, se encuentra investigado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil como parte de la operación ILEX mediante la cual se ha conseguido identificar a todos los componentes de un supuesto grupo criminal afincado en la provincia de Cáceres que se dedicaba no sólo a la distribución ilícita de sustancias medicamentosas dentro y fuera de nuestro país careciendo de autorización para ello, sino también a la fabricación de las mismas y a la distribución de sustancias prohibidas en el deporte, siendo los destinatarios de ambas deportistas de primer nivel.
En el marco de esta operación, sigue implicado desde pasado mes de junio el colombiano Miguel Ángel «Superman» López, en calidad de testigo de un delito de dopaje, como avanzó Ciclo 21.
El doctor Marcos Maynar, principal responsable de esta trama, fue detenido, al igual que su ayudante Nacho, por la comisión de supuestos delitos de tráfico de medicamentos y dopaje en el deporte, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales. Además de Vicente Belda, también están siendo investigados su hijo Vicente, masajista en el equipo Astana, los exciclistas Ángel Vázquez y Luis Vicente Otín; el director deportivo del Glassdrive portugués, Rubén Tiago Alves Pereira; y el entrenador de un club de natación de Castellón, Rubén Bernal.
La operación se inició a principios de 2021, cuando agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, tuvieron conocimiento de la posible distribución ilícita de medicamentos por parte de un médico titulado, el doctor Marcos Maynar. Una vez identificados los supuestos miembros de citado grupo, y tras más de un año de seguimiento a las actividades de los mismos relacionadas con la investigación, también se consiguió identificar en Portugal, Guipúzcoa y Castellón a otras tres personas relacionadas con la misma trama, los cuales hacían de intermediarios entre los fabricantes y distribuidores iniciales de estas sustancias y los consumidores finales de las mismas.
Sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje
Los deportistas eran captados por varias personas íntimamente relacionadas con el mundo del deporte profesional, ofreciéndoles los servicios de un conocido médico deportivo. Estos servicios consistían en la preparación de los entrenamientos, complementación nutricional, incluyéndose en los mismos el consumo de medicamentos y sustancias prohibidas en el deporte.
A lo largo de la investigación se ha podido corroborar como estos deportistas, una vez puestos en contacto con el citado médico y su ayudante, Doctor en Fisiología del Ejercicio, eran sometidos a un estudio previo mediante analíticas y pruebas de esfuerzo. Estas pruebas eran realizadas en las instalaciones de la Facultad de Ciencias del Deporte de Extremadura, al igual que la fabricación, recepción y almacenamiento de ciertos medicamentos, donde uno de los principales investigados desempeñaba sus labores docentes.
Posteriormente, se les preparaba un plan de entrenamiento a los deportistas, en el que se incluía el consumo de medicamentos no autorizados en España, así como de otros incluidos en la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje, contando estos planes con un detallado calendario de consumo de estas sustancias, previo a la participación en distintas competiciones oficiales.
Hasta 3.000 € dependiendo de las posibilidades de conseguir premios
Por estas actividades los investigados cobraban a los deportistas, que dependiendo del nivel y de la posibilidad de obtención de premios, podrían llegar a pagar hasta 3.000 euros por deportista y temporada. Entre los consumidores finales se ha identificado a un menor de edad. Los medicamentos y sustancias prohibidas llegaban a los deportistas por canales seguros, interponiendo a terceras personas para ocultar la relación médico-deportista y, en algunos casos, se entregaban directamente en mano cuando se trataba de deportistas de primer nivel. Las comunicaciones entre médico y deportista se llevaban a cabo por medio de aplicaciones de mensajería seguras y, en algún caso, se ha detectado como los investigados hacían uso de aplicaciones que dificultan la lectura de los mensajes como medida de seguridad extra.
Actovegin®, Ácido Dicloroacético (DCA), Teofilina y Hormona Menotropina
En los dos registros realizados en Plasencia (Cáceres) y en la Facultad de Ciencias del Deporte de la UNEX se han intervenido distintos medicamentos no autorizados en España, como Actovegin®, Ácido Dicloroacético (DCA) y Teofilina, así como sustancias prohibidas en el deporte como la Hormona Menotropina, además de otros facilitados a los deportistas como cafeína en presentación inyectable o supositorio y gran cantidad de cápsulas vacías preparadas para su relleno con alguno de estos medicamentos para su posterior distribución.
La operación continúa abierta, estando actualmente en fase de estudio la información contenida en diversos dispositivos electrónicos intervenidos, como ordenadores, discos duros y otros soportes de memoria y teléfonos móviles, no descartándose nuevas detenciones o investigaciones. Esta operación ha sido llevada a cabo por la Sección de Salud Pública y Dopaje de la Unidad Central Operativa (UCO), en estrecha colaboración con la Agencia Estatal Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte (CELAD), Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), International Testing Agency (ITA) y la Universidad Católica de Murcia (UCAM), que han prestado tanto apoyo técnico, para la realización de análisis, como aportando información y asesoramiento de vital importancia durante el desarrollo de la investigación y la práctica de los registros.
Vaya por delante, que todos tenemos la presunción de inocencia como garante de la justicia, pero Vicente Belda, no me parece «trigo limpio».