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-Mañana será el primer Mundial al que no acudirá tras su retirada.
-Desafortunadamente, no disputé algunos por lesión. Esta carrera ha marcado mi trayectoria, me lo ha dado todo. Siempre se convertía en el principal objetivo de mi temporada. Seguirla por primera vez como aficionado supondrá una experiencia especial, diferente. Estaré en el circuito, pero como turista.
–¿Echa de menos el ciclismo?
-Echo un poco en falta la adrenalina de la competición, pero, después de tantas campañas en activo, con tantos riesgos y sacrificios acumulados, tanto tiempo fuera de casa, me siento bien sin hacer nada y más cerca de mi familia. Salgo con la bicicleta cuando me apetece, sin ninguna exigencia. No me doy palizas ni me presiona nadie.
–¿Cómo vivía los momentos previos a estos campeonatos?
-Deseaba que pasara el día lo más rápido posible. Se generaba mucha presión a mi alrededor desde varios meses antes. Trabajaba duro para llegar en la forma óptima, aspiraba cada año a la victoria e intentaba rendir al máximo. Mis resultados los puede compobar cualquiera, he sido el que mejor ha respondido de la Selección y me encuentro muy satisfecho por las cosas bonitas que conseguí.
–¿Y si le hubieran respaldado más sus compañeros?
-Con más ayuda seguramente habría ganado más Mundiales,o al menos habría optado de manera más clara. Esta es una prueba de un día, donde se interponen muchos factores. En ocasiones, simplemente hubo gente superior. En otras, el equipo corrió bastante mal. No es igual pensar que puedes ganar el Mundial que ganar el Mundial. Yo lo hice tres veces y en los últimos años no dispuse del mismo apoyo que al principio.
