FXavierVidela / CiclismoInternacional / Ciclo 21
El actual máximo ganador español de la temporada, el albaceteño Óscar Sevilla, no tiene fecha de vencimiento. El español, a los 42 años, disfruta de la bicicleta como un niño. Ilusión, sacrificio y disciplina, el conjunto de elementos que aplica para todo lo que hace y que le permite seguir brillando alrededor del mundo.
“Necesitas ilusión y soñar. Pero, para llegar a lo más alto, se necesita disciplina en los entrenamientos, en los hábitos de vida. Y sacrificar ciertas cosas para lograr esos objetivos. Son tres elementos que, si los unes, puedes conseguir muchas cosas”, contó el ciclista nacionalizado colombiano, desde Chiloé, donde fue protagonista principal de la Vuelta “más austral del mundo”.
“Debes tener ilusión por lo que quieres, por las cosas que persigues. Pero con eso no alcanza, porque también necesitas sacrificio y constancia, disciplina. Si no tienes una de las tres, no llegas a nada. Son tres palabras mágicas, para mí”, expresó, acerca de la clave de su vigencia en el ciclismo profesional, al que llegó en 1998 con el Kelme – Costa Blanca.
Con más de 20 temporadas en sus espaldas, se permite con más ambición para 2019. “Mi sueño es seguir disfrutando. Ya soy un corredor veterano, de 42 años, pero sigo corriendo como cuando tenía 17, con la misma ilusión, la misma pasión. Me cuido igual que antes, lo vivo con mucho nerviosismo y adrenalina”, agregó Sevilla, un claro ejemplo de lo que significa ser profesional en el mundo de las bielas.
Como en cada presentación, Óscar sale a dar lo mejor y a ser protagonista. Esta campaña, el oriundo de Ossa de Montiel inició con un 3° lugar en la Vuelta a San Juan 2.1 y un 19° en el Tour Colombia, donde estuvo en el top 10 hasta la última jornada.
Con una semana mediante, quien fuese subcampeón de la Vuelta a España 2001 viajó hacia la Vuelta Independencia Nacional 2.2, donde logró una victoria de etapa y el 2° lugar en la general, detrás de su compañero Robinson Chalapud. A pesar de la exigente carrera en República Dominicana, 24 horas más tarde ya estaba en Chile, para disputar la Vuelta a Chiloé 2.2, completando casi tres semanas fuera de su hogar.
“La familia es la clave del éxito. Viajo mucho y otras épocas en casa entreno seis o siete horas. Sacrificas mucha vida social por el descanso y la fatiga. Ivonne, Luna, Mía y mi suegra son las que me comprenden y me animan a seguir. Tengo un extra, y son ellas. Me motivan cuando estoy decaído, son un complemento fundamental”, agregó el ‘Niño’, quien se lució en el sur de Chile con tres victorias parciales y el título general.
“Chiloé tiene una magia muy especial, por su cultura, por sus paisajes, por el trato de la gente. A veces uno piensa que sabe pero, en realidad, no sabemos nada. Cada día la vida nos regala cosas bonitas”, finalizó Óscar, quien fue llevado al podio final de una peculiar manera: ¡dentro de una casa arrastrada por bueyes!.
Con la particular minga chilota, Sevilla cerró su primer bloque de carreras de la campaña y ahora sí podrá disfrutar de sus seres queridos. Eso, sin descuidar los entrenamientos y con el mismo profesionalismo que le permitió llegar a los 42 años más vigente que nunca, siguiendo al pie de la letra tres elementos clave: ilusión, sacrificio y disciplina.
🇨🇱#VueltaaChiloé Se realiza la Minga, con la tradicional tiradura de casa en el Parque Hueñoco.
El campeón @OscarSevilla76 (@team_medellin) es llevado por bueyes hacia el podio. pic.twitter.com/5yTFLrANn1
— Vuelta a Chiloé (@VueltaChiloe) March 10, 2019