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Visitar una ciudad en bicicleta está de moda. Además de ser una forma saludable y divertida de explorar el destino elegido, permite descubrir cómodamente sus principales atractivos turísticos y tener una visión general de todo lo que ofrece. Pamplona también se ha sumado a la tendencia iniciada en los últimos años por muchas capitales y propone cuatro rutas autoguiadas para recorrer en bicicleta. Algo más de 36 kilómetros recogidos en folletos gratuitos que incluyen planos, datos prácticos y paradas recomendadas para admirar la esencia de la ciudad.
Pamplona le invita a conocer sus principales rincones y lugares de interés a golpe de pedal. En bicicleta propia o de alquiler, recorrer la capital navarra sobre dos ruedas es una de las experiencias más recomendables para aquellos visitantes que quieren empaparse del día a día de la ciudad y de las costumbres de sus habitantes.
Existen cuatro rutas en bicicleta que recorren, de forma temática, los atractivos turísticos más significativos de la capital navarra. La primera de ellas, «Murallas y Ciudadela», le propone seguir el perímetro del complejo defensivo pamplonés con sus muros, sus baluartes y el precioso parque amurallado de la Ciudadela, donde además de disfrutar de sus magníficas esculturas al aire libre podrá acceder a alguna de las muestras de arte contemporáneo que suelen exponerse en varios de sus edificios, como el Polvoríno la Sala de Mixtos.
La segunda ruta, «Parque Fluvial del Arga», es una combinación de naturaleza e historia. Un camino de 11 kilómetros de longitud que discurre a orillas del río Arga y que ofrece al visitante atravesar puentes históricos y admirar las presas, molinos, pasarelas, jardines, embarcaderos, merenderos y huertas que encontrará a su paso.
La tercera, «Casco Antiguo», se adentra en el casco viejo de la ciudad para dar a conocer sus edificios más representativos y los espacios más concurridos. En este recorrido encontraremos las iglesias más simbólicas, incluida la catedral; los palacios mobiliarios en mejor estado de conservación, con sus escudos blasonados; los museos y los inmuebles administrativos más importantes, además de algunos puntos clave en la vida de la ciudad.
La cuarta ruta, «Camino de Santiago», reproduce el recorrido habitual de los peregrinos, desde que cruzan el río Arga por el puente de la Magdalena hasta los templos y calles medievales de la vieja ciudad. Una propuesta para ponerse en la piel del peregrino por un día y recorrer el trecho de la Ruta Jacobea que atraviesa el enclave pamplonés.
