Alberto Contador sobre Marco Pantani. No hay camino recto que resulte atractivo y las curvas dan emoción como hay y hubo ciclistas que salpimientan, implosionan las redes, dan que hablar, atraen las miradas.
Alberto Contador ha puesto punto y final, ahora sí definitivamente, a su trayectoria deportiva con unos buenos y jugosos critériums por Asia que ponen colofón a su anuncio de retirada el pasado verano.
Ajeno al mundanal ruido, consciente de que las cosas van a ser muy diferentes a partir de ahora, no ponerse nun dorsal al nivel que lo hace esta gente entiendo que es un cambio radical en todos os conceptos, Contador habla de varios temas y de un cilcista en concreto: Marco Pantani.
Ángel o demonio, irrepetible para algunos, prescindible para otros, el escalador nacido en la rivera romagnola, a medio camino de Rimini y Ravena, es sin duda uno de los iconos del ciclismo moderno, culpable de sus algunos de sus desvelos, pero también de instantes que uno guarda en la retina para siempre.
Cuentan que Contador sólo coincidió con Marco Pantani en un Gran Premio de Amorebieta, en 2003. Le vio, le saludó y le expresó el honor que le significaba correr con él.
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