Patrick Lefevere es sin duda uno de los personajes del pelotón, un tipo que lleva su equipo, su empresa, su negocio, sin más miramientos que el ancho de su bolsillo y el radio de sus intereses.
Es así, como otros que ponen lo mejor de sí para dar vida a una estructura World Tour, o de cualquier otro tipo, como cuando oímos hablar a Eusebio Unzué o Jonathan Vaughters, más allá del poder de la UCI, el ciclismo esta en sus manos.
Son la punta de los equipos, en el difícil equilibrio del ciclismo, un triángulo diabólico, entre equipos, carreras y el vértice más débil, el de los corredores, los artistas del circo, que parecen los que menos deciden.
Patrick Lefevere se distingue por ir literalmente a saco, cuando habla de su negocio
Le puedo entender, es su terruño, ¿quién no lo defendería?
Pat Lefevere, sobre Sam Bennett:
"Si luchas como un diablo y lloras como un niño porque BORA te trata mal y vuelves 14 meses después, dice mucho de ti. Yo tengo pelotas, él no. Está en la cima de debilidad mental. Es como una mujer que vuelve a casa tras recibir abuso doméstico"— Borja Cuadrado (@BorjaCuadrado) July 31, 2021
Diciéndolo en la semana de la «salud mental de los atletas de alto nivel», con gente ofendiéndose por cómo de fuerte se juega en el deporte top, y aliñándolo con un recuerdo a la violencia machista, sabe que va a tener eco.
Lo que de otra manera leeríamos como una pataleta más de un tío que parece tener todos los huevos en la cesta del Deceuninck, ha sido portada en medios y retuiteado en proporción al mal gusto que airea.
Comparar el rendimiento o elecciones de un ciclista con los problemas de violencia de miles de mujeres es frívolo y soez
Si quería un altavoz, mejor manera no podía haber encontrado, que su querido ciclismo paga la factura por deslenguados como él…
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