París-Roubaix, la carrera casi imposible (dorsales)

Niki Terpstra es el último vencedor de la París-Roubaix

Nicolás Van Looy / Ciclo 21

No hay un evento deportivo similar a este en el mundo. Nada se le puede comparar. Es tan especial que su trascendencia va más allá del plano deportivo. Es algo cultural. Casi religioso. Un día. Un solo día -este domingo 12 de abril- al año. Eso basta para que todo un gobierno nacional, algunos regionales y varios ayuntamientos se nieguen al progreso y a la comodidad y eviten a toda costa el paso de las máquinas de asfaltado por algunos de sus caminos. Un solo día al año es suficiente para que los vecinos que día a día deben sufrir baches e incomodidades a diario, se olviden de esos inconvenientes y mimen con devoción sus empedrados caminos. Un solo día al año basta para que una legión de voluntarios desafíe al invierno del Nord Pas de Calais (¿qué aficionado al ciclismo no se indigna con los tópicos de la película ‘Bienvenidos al Norte’?) para arreglar –o todo lo contrario– los tramos adoquinados. Un solo día al año que mantiene vivo un evento que no se parece a nada. Un solo día que, en definitiva, mantiene viva una carrera que, por todo lo dicho, parece casi imposible que pueda haber sobrevivido hasta llegar a su 113ª edición.

*Dorsales oficiales al final del artículo

Centenares de voluntarios ‘miman’ los adoquines

El día es el segundo domingo del mes de abril. El evento, claro, es la París-Roubaix. El Infierno del Norte. El epítome de los adoquines. La esencia más pura del ciclismo. El Bosson de Higgs de este deporte del pedal. Son ya 112 ediciones y un sinfín de anécdotas y momentos históricos los que nos ha deparado la carrera. Este año, en su 113ª edición, las cosas no serán distintas. En seco o en mojado. Con viento o sin él. Con frío o con calor. La París-Roubaix, la Reina de las Clásicas, siempre es tremenda. Siempre es inolvidable. Siempre nos deja con ganas de más.

Serán 27 tramos adoquinados que sumarán algo más de 52 kilómetros sobre los temidos empedrados franceses. 27 zonas que comenzarán, como siempre en Troisvilles, a 155 kilómetros de la línea de meta. Allí, con casi absoluta seguridad, la carrera llegará con un grupo más o menos numeroso por delante –la típica escapada de control– y un pelotón agrupado y temeroso por detrás. Un pelotón en el que rodarán todos los favoritos. Todos los gregarios. Todos los grandes nombres. Todos los anónimos. Un pelotón que, hasta ese momento, no habrá tenido que enfrentarse a esos sprints por buscar la colocación perfecta ante las puertas de entrada de cada tramo. Un pelotón que, desde ese momento, irá perdiendo unidades. Algunos por infortunios, los menos. Otros, los más, por pura selección natural. Porque la París-Roubaix, además de todo lo dicho anteriormente, es la metáfora perfecta de la selección natural de las especies. Nada de creacionismo. Aquí no hay nadie que, señalado por el dedo de un sumo hacedor, vaya a plantarse en el velódromo alzando los brazos. Aquí sólo sobreviven los más fuertes. Así de cruel. Al fin y al cabo, en Troisvilles, se entra al infierno.

Irán pasando los kilómetros y los tramos adoquinados y esperaremos la imagen aérea en la que a lo lejos intuiremos dos torres. Dos estructuras metálicas que se alzan sobre los árboles y las casas de color rojo ladrillo. Que se hunden hacia el centro de la tierra, allá donde supuestamente vive el Maligno y que, si existe, seguramente use esos dos huecos para salir de incógnito y apostarse en la cuneta de Arenberg. Flandes tiene su Muro. Con mayúscula. Roubaix tiene su Bosque. Es el primer tramo de cinco estrellas. La mayor dificultad. Aquí la carrera, normalmente, revienta. Este año, sin embargo, preocupa el tramo de cuatro estrellas que se encarga de hacer una pequeña selección previa y que evita un auténtico atasco en las puertas de esa arboleda. El tramo de Haveluy, 2.500 metros a 104 kilómetros de meta está anegado. Inundado. Lo único que se ve, a día de hoy, es una marrón lámina de agua. Ni un adoquín. Ni un agujero. Se intuye el barro que hay bajo el líquido, pero nada más. Una trampa mortal de necesidad para las aspiraciones de los favoritos.

Sobrevivir a la carrera ya es un arte

La organización, fiel a la esencia de la carrera, ya ha dicho que intentará arreglar esa situación, pero que si no lo consigue, la París-Roubaix c’est la París-Roubaix. Las cosas son como son. Al que no le guste, que vaya a correr a otro sitio.

No se habrá, ni mucho menos, decidido la prueba. La selección no será la definitiva. Pero cuando los corredores salgan del bosque empedrado y giren a la izquierda para retomar el asfalto, ya habrá muchos que sabrán que lo que les queda por delante son dos opciones igual de dolorosas: la deshonrosa retirada o el solitario peregrinar –calvario– hasta la meta. Sin opciones. Quizá, que esto también es habitual, alguno de los favoritos tenga un percance y deba tirar de santa parte de la anatomía para comenzar una remontada que, aunque fructifique, se llevará por delante gran parte de sus fuerzas.

Mons-en-Pévèle y Carrefour de l’Arbre, ese tramo donde no queda ningún adoquín en su sitio, son los dos referentes que nos quedan por delante. Los dos últimos tramos de cinco estrellas, pero si repasamos las 17 zonas que restan entre el bosque de Arenberg y la meta, uno diría que el único donde es seguro que no ocurrirá nada, al menos nada provocado por las piedras, es el de Roubaix. El simbólico paso por un adoquín urbano que, a estas alturas, se torna ya en asfalto para los corredores. Todos los demás serán una pelea por conseguir la colocación deseada en la entrada. Por mantener el equilibrio. Por buscar una cuneta practicable si el suelo está seco. Por botar lo menos posible por el centro de la calzada si el piso está mojado. Por no pinchar.

La lluvia endurece mucho la carrera

Y todo esto, ocurrirá mientras los rostros de los grandes favoritos, que a estas alturas estarán cubiertos de polvo o barro, reflejarán la tensión de la pelea por seguir vivos y, sobre todo, por interpretar y entender cuál será el siguiente movimiento de sus rivales. A falta de Cancellara y Boonen, todos los ojos estarán puestos, a priori, en lo que pueda hacer un Sir Bradley Wiggins que se ha propuesto el reto de ganar Roubaix como colofón final a su carrera en la ruta. Un Wiggins que se dedicó a rodar y a trabajar en Flandes. Un Wiggins que, salvo en los 3 Días de de Panne, no ha brillado esta temporada y que ha evitado, salvo en el Circuito Het Nieuwsblad (44º) y la Gante-Wevelgem (DNF), exponerse a los adoquines. Un Wiggo, como decimos, que apenas se ha dejado ver, pero que nadie duda de que llega al gran objetivo de su año (¿de su vida?) en plena forma. Con ases, varios, en la manga. Con un equipo más que potente arropándole. Un Wiggins que, de conseguir la victoria, lo haría, pura poesía, triunfando en un velódromo, el lugar donde pasará los próximos años de su vida deportiva. Wiggins, con unas dotes extraordinarias como rodador, podría intentarlo desde lejos. Desde Mons-en-Pévèle. A lo bestia. Sería, sin duda, histórico. ¿Se atreverá?

Un Wiggins que, seguro, vigilará de cerca a un intratable Alexander Kristoff. Decía en diciembre el noruego que quería estar en plenas facultades en esta época del año, pero seguramente ni en sus mejores y más húmedos sueños hubiese esperado algo así. Llegar con él al velódromo es, con casi absoluta seguridad, un suicidio. La consigna de sus rivales debe ser clara: hay que eliminarle de la ecuación antes del anillo de Roubaix. Para eso, Wiggins y el Sky podrán encontrar aliados de peso. El más potente, claro, el Etixx-Quick Step de Terpstra. Y, por qué no, del mellado Stybar. Una alianza que, como la soviética y estadounidense en la II Guerra Mundial, será de puro interés hasta que ambas partes comiencen a molestarse. Porque, por mal que hayan rematado los finales esta temporada, los de Lefevere son muy mala compañía para los Sky y los británicos lo saben. Porque por neófitos que sean en esto de los monumentos adoquinados, los Sky son lo suficientemente potentes como para ser muy mala compañía en la parte final.

Wiggins dirá adiós a la ruta en Roubaix

Wiggins, Kristoff y Terpstra. Dos intentando dejar a uno. Uno encantado de ponerse a rueda y dejar hacer. Un perro viejo. Un velocista. Un ‘caballo loco’ que podría sacarse una genialidad de la manga como ya hizo el año pasado, pero que no tendrá a Boonen por detrás para brindarle el triunfo como pasó hace doce meses.

Y, tras esa triple entente, todos los demás. Tras ellos, en primer lugar, los comodines de los grandes equipos. Geraint Thomas y Zdenek Stybar. Capaces y solventes. Los que podrán colocarse los galones si sus generales caen en la batalla o, incluso, podrán jugar a la estrategia sacándose de la chistera algún movimiento inesperado aprovechando la presencia de sus jefes en esos momentos en los que todos se miran, pero nadie se atreve a dar el paso de moverse.

Pero en la categoría de ‘los demás’ no estarán solos. Ahí estará también Sep Vanmarcke, protagonista de una de las mayores explosiones que hemos visto este año hace una semana en Flandes y que necesita ganar. Nada más le puede valer el domingo. Ni a é ni a su inédito equipo. Y estará también Van Avermaet, compatriota del anterior y que, como el de LottoNL, sólo podrá justificar su temporada con un triunfo. Nada más les vale.

Y estará también en ese grupo Peter Sagan. El eslovaco del Tinkoff Saxo que a sus 25 años comienza, seguramente de manera muy injusta, a dar la impresión de haberse dado de bruces con su propio techo de cristal. Incapaz, por ahora, de brillar en los grandes monumentos, sigue buscando con ahínco ese triunfo que le redima. Que le vuelva a situar en lo más alto de la pirámide ciclista. Y estará Lars Boom. Siempre Boom. El holandés que salió del ciclocross. Que fue sexto hace unos días en Flandes. Que pasa desapercibido, pero que siempre está ahí. Que tiene capacidad, pero le falta equipo. Que no sabe lo que es subir al podio en un monumento, pero al que no se puede descartar. Y estará el desdibujado Vansummeren, vencedor en 2011, pero que desde la caída del pasado año en Flandes no es el mismo. Y estará Degenkolb, que ya dijo que Flandes, donde terminó séptimo, se adaptaba mejor a sus cualidades, pero que es uno de los pocos que podría poner en aprietos a Kristoff en un sprint.

Y, un peldaño por detrás, estarán los Arnaud Démare, joven promesa del FDJ cuyo nombre, a sus 23 años, suena como el de un veterano; pero que tiene todo el (prometedor) futuro por delante y que podrá dedicarse a aprender, un año más, en esta difícil carrera, pero que si puede aguantar tanta dureza podría dar la campanada. Los Sylvain Chavanel, ¡qué decir a estas alturas del veteranísimo jefe de filas del IAM. Los André Greipel, al mando de un Lotto que deberá de mentalizarse muchísimo para poder llevar al alemán al velódromo con opciones de desplegar allí su potencial velocidad. Los Jens Debusschere, un Campeón de Bélgica que a sus 25 años ha completado una gran campaña de clásicas y que bien podría colarse en algún grupo interesante y jugar sus opciones.

La París-Roubaix tendrá, en resumen, los mismos ingredientes que siempre. Es una carrera que no cambia. Que nos ofrece el mismo guión. Los mismos protagonistas (con otros nombres, pero el mismo corte). Las mismas imágenes. El mismo recorrido. El mismo final. Todo igual año a año. Sin cambios. Y, sin embargo, la esperamos todos como los fanáticos de Julia Roberts esperan la enésima reposición de Pretty Woman. Como los incondicionales de Los Simpsons se tragan el mismo capítulo una y otra vez.

La París-Roubaix es siempre igual, pero siempre tan distinta a todo que, por unas horas, el mundo deja de existir para un grupo de locos del ciclismo.

Los tramos de adoquín

La prueba en directo

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Perfil

Recorrido de la 113ª París-Roubaix

ÚLTIMOS PODIOS

LOS MEJORES DE LA PRUEBA

LOS DORSALES

ETIXX-QUICK STEP / BEL
1 TERPSTRA Niki
2 KEISSE Iljo
3 LAMPAERT Yves
4 MAES Nikolas
5 STYBAR Zdenek
6 TRENTIN Matteo
7 VAN KEIRSBULCK Guillaume
8 VANDENBERGH Stijn

GIANT-ALPECIN / ALE
11 DEGENKOLB John
12 ARNDT Nikias
13 CURVERS Roy
14 DE BACKER Bert
15 DE KORT Koen
16 SINKELDAM Ramon
17 STAMSNIJDER Tom
18 TIMMER Albert

KATUSHA / RUS
21 KRISTOFF Alexander
23 HALLER Marco
24 KUZNETSOV Viacheslav
25 PAOLINI Luca
26 PORSEV Alexander
27 SELIG Rüdiger
28 SMUKULIS Gatis
29 ISAYCHEV Vladimir

TINKOFF-SAXO / RUS
31 SAGAN Peter
32 BODNAR Maciej
33 BRESCHEL Matti
34 BRUTT Pavel
35 JUUL-JENSEN Christopher
36 MORKOV Michael
37 TOSATTO Matteo
38 TRUSOV Nikolay

TEAM LOTTO NL – JUMBO / HOL
41 VANMARCKE Sep
42 FLENS Rick
43 LEEZER Thomas
44 TANKINK Bram
45 TJALLINGII Maarten
46 VAN ASBROECK Tom
47 WAGNER Robert
48 WYNANTS Maarten

SKY / GBR
51 WIGGINS Bradley
52 EISEL Bernhard
53 FENN Andrew
54 KNEES Christian
55 PUCCIO Salvatore
56 ROWE Luke
57 STANNARD Ian
58 THOMAS Geraint

BMC / USA
61 VAN AVERMAET Greg
62 BURGHARDT Marcus
63 DRUCKER Jean-Pierre
64 KUNG Stefan
65 OSS Daniel
66 QUINZIATO Manuel
67 SCHÄR Michael
68 ZABEL Rick

FDJ / FRA
71 DEMARE Arnaud
72 BONNET William
73 BOUCHER David
74 DELAGE Mickaël
75 FISCHER Murilo Antonio
76 LADAGNOUS Matthieu
77 OFFREDO Yoann
78 SARREAU Marc

ASTANA / KAZ
81 BOOM Lars
82 AYAZBAYEV Maxat
83 BOZIC Borut
84 DE VREESE LAURENS
85 FOMINYKH Daniil
86 GRUZDEV Dmitriy
87 TLEUBAYEV Ruslan
88 WESTRA Lieuwe

TREK FACTORY RACING / USA
91 DEVOLDER Stijn
92 IRIZAR Markel
93 POPOVYCH Yaroslav
94 RAST Gregory
95 ROULSTON Hayden
96 STEEGMANS Gert
97 STUYVEN Jasper
98 VAN POPPEL Danny

ORICA GreenEDGE / AUS
101 HAYMAN Mathew
102 BEWLEY Sam
103 BLYTHE Adam
104 DOCKER Mitchell
105 DURBRIDGE Luke
106 KEUKELEIRE Jens
107 MOURIS Jens
108 NIELSEN Magnus Cort

AG2R LA MONDIALE / FRA
111 VAN SUMMEREN Johan
112 BAGDONAS Gediminas
114 GAUDIN Damien
115 GOUGEARD Alexis
116 HOULE Hugo
117 MINARD Sébastien
118 TURGOT Sébastien
120 JAUREGUI Quentin

LOTTO-SOUDAL / BEL
121 GREIPEL André
122 BAK Lars
123 BENOOT Tiesj
124 BROECKX Stig
125 DE BIE Sean
126 DEBUSSCHERE Jens
127 ROELANDTS Jurgen
128 SIEBERG Marcel

LAMPRE – MERIDA / ITA
131 POZZATO Filippo
132 BONIFAZIO Niccolo
133 CIMOLAI Davide
134 FENG Chun Kai
135 MORI Manuele
136 OLIVEIRA Nelson
137 PIBERNIK Luka
138 RICHEZE Ariel Maximiliano

IAM / SUI
141 CHAVANEL Sylvain
142 BRÄNDLE Matthias
143 ELMIGER Martin
144 HAUSSLER Heinrich
145 KLUGE Roger
146 PINEAU Jérôme
147 SARAMOTINS Aleksejs
148 VAN GENECHTEN Jonas

CANNONDALE-GARMIN / USA
151 LANGEVELD Sebastian
152 BAUER Jack
153 HANSEN Lasse Norman
154 KOREN Kristijan
155 MARANGONI Alan
156 SKJERPING Kristoffer
157 VAN BAARLE Dylan
158 ZEPUNTKE Ruben

COFIDIS, SOLUTIONS CREDITS / FRA
161 SENECHAL Florian
162 AHLSTRAND Jonas
163 JOEAAR Gert
164 LEMOINE Cyril
165 PETIT Adrien
166 VANBILSEN KENNETH
167 VAN STAEYEN Michael
168 VENTURINI Clément

MTN-QHUBEKA / RSA
171 FARRAR Tyler
172 BOS Théo
173 BRAMMEIER Matt
174 CIOLEK Gerald
175 GOSS Matthew Harley
176 JANSE VAN RENSBURG Reinardt
177 STAUFF Andreas
178 THOMSON Jay Robert

BRETAGNE – SECHE ENVIRONNEMENT / FRA
181 HUTAROVICH Yauheni
182 BOULO Matthieu
183 BRUN Fréderic
184 JARRIER Benoit
185 LABORIE Christophe
186 LEDANOIS Kevin
187 MC LAY DANIEL
188 PERICHON Pierre-Luc

TOPSPORT VLAANDEREN-BALOISE / BEL
191 WALLAYS Jelle
192 DECLERCQ Tim
193 NAESEN Oliver
194 SALOMEIN Jarl
195 STEELS Stijn
196 THEUNS Edward
197 VAN HOECKE Gijs
198 VANSPEYBROUCK Pieter

TEAM EUROPCAR / FRA
201 ENGOULVENT Jimmy
202 BERNAUDEAU Giovanni
203 DUCHESNE Antoine
204 GENE Yohann
205 JEROME Vincent
206 LAMOISSON MORGAN
207 MARTINEZ Yannick
208 MORICE Julien

WANTY – GROUPE GOBERT / BEL
211 LEUKEMANS Bjorn
212 ANTONINI Simone
213 BACKAERT Frederik
214 DE TROYER TIM
215 DEVRIENDT Tom
216 MARCATO Marco
217 VAN MELSEN Kevin
218 VANLANDSCHOOT James

MOVISTAR / ESP
221 ERVITI OLLO Imanol
222 GADRET John
223 HERRADA LOPEZ Jesus
224 MALORI Adriano
225 ROJAS GIL José Joaquin
226 SANZ UNZUE Enrique
227 SÜTTERLIN Jasha
228 VENTOSO Francisco

BORA-ARGON 18 / ALE
231 ARCHBOLD Shane
232 DEMPSTER Zakkari
233 MATZKA Ralf
234 PFINGSTEN Christoph
235 SCHILLINGER Andreas
236 SCHWARZMANN Michael
237 THURAU Bjorn
238 THWAITES Scott

UNITEDHEALTHCARE / USA
241 BAZZANA Alessandro
242 FÖRSTER Robert
243 FRATTINI Davide
244 JONES Christopher
245 MURPHY John
246 PUTT Tanner
247 SUMMERHILL Daniel
248 ZURLO Frederico