Pello Bilbao (1990) regresará a la élite de la mano del Astana el próximo año, después de tres temporadas en el Caja Rural-Seguros RGA. El todoterreno vasco ha crecido cada año y se sentía preparado para dar el salto y regresar a la máxima categoría. El ciclista de Forua (Bizkaia) se muestra aliviado y confía en continuar con su progresión bajo el liderazgo de Fabio Aru.
Después de debutar con 21 años y tres temporadas en el Euskaltel-Euskadi, Bilbao ha cumplido otro ciclo de tres campañas en el Caja Rural-RGA. Este 2016, ganó una etapa del Tour de Turquía, fue segundo en la Vuelta a Castilla y León, solo superado por Alejandro Valverde, y luchó por una etapa en la Vuelta a España antes de lucirse en Italia, 7º en la Milán-Turín y 11º en el Giro Emilia. Además, brilló en las pruebas de casa: 5º en el Circuito de Getxo, 6º en el GP Miguel Indurain, 8º en la Klasika Primavera de Amorebieta y 9º en la Clásica de Ordizia.
-Cuatro años después regresará al WorldTour con el Astana en 2017.
-Sí, era un objetivo prioritario de este año, poder dar el salto otra vez. Pienso que había pasado suficiente tiempo. Tenía la preocupación de estancarme en la categoría. Y veía que estaba rindiendo a un buen nivel las últimas temporadas. Estoy seguro de que en el WorldTour voy a dar un paso más. Por eso era importante para mí. Además en un equipo que me gusta y que creo que me puede venir bien.
-Entiendo que necesitaba nuevas motivaciones.
-Sí, sí, al final son nuevos retos, un calendario diferente… Un cambio de aires en definitiva. También me motivaba salir a un equipo extranjero. Siempre he estado en equipos de casa y creo que saliendo fuera del país también se aprenden muchas cosas, a vivir de otra manera. Había muchas razones para pensar en ello y dar ese paso.
-Y ese paso ha llegado con el Astana, ¿por qué?
-Desde el año pasado, habían mostrado interés y se ha mantenido. Este año hemos estado en contacto con ellos, aunque no se terminaba de cerrar. Quizá se querían asegurar de ver mi nivel en la Vuelta. El inicio del año fue bueno, pero a mitad de año tenemos menos competición. Hacemos dos bloques muy diferenciados y la segunda parte estaba totalmente enfocada a la Vuelta. Quería dar el máximo rendimiento para intentar ganar una etapa y dar el salto. Que no hubiera ninguna duda de ello. No cumplí el objetivo, pero creo que desde Astana han valorado mi regularidad.
-Efectivamente, terminó la temporada con buen pie.
-Todos los años la Vuelta suele dejar un buen ritmo y permite estar a otro nivel en las siguientes carreras. Quería aprovecharlo, a pesar de que la temporada se me estaba haciendo larga psicológicamente. Tenía ganas. Y tenía curiosidad por disputar esas clásicas, no las conocía, y me gusta correr en Italia. Se me pueden adaptar bastante bien. Ha sido una buena experiencia.
-De paso, demostró su compromiso con el Caja Rural-RGA hasta el final.
-Sin duda. Hablé claro con Eugenio (Goikoetxea). Había empezado la Vuelta con mal pie, me faltaba algo y no estaba conforme. A partir del primer día de descanso le pude dar la vuelta y terminé con otro sabor de boca. Teníamos que alargar y aprovechar para buscar las opciones hasta el final. Ellos han dado mucho por mí, me han facilitado temas de calendario, he podido disputar carreras importantes. Qué menos que responder hasta última hora. Yo creo que todos nos despedimos a gusto sabiendo que lo hemos dado todo por ambas partes. Eso es lo mejor que puede pasar.
-Cuando pasó del Euskaltel-Euskadi al Caja Rural dijo que era un paso atrás para coger impulso y regresar después a lo más alto.
-Esa idea la he tenido clara. Desde el primer año sabía que había hecho lo correcto. Tiraba de la experiencia de Euskaltel y al bajar un escalón se notaba que había conseguido un buen nivel. Y agradecí tener más libertad. Eso fue clave para coger confianza en mí mismo. No hubiera llegado a este punto si no hubiese tenido la oportunidad de ganar por ejemplo Amorebieta o disputar carreras como Turquía. Es ahí donde he conseguido más confianza en mí mismo y he visto que tenía potencial para ganar ese tipo de carreras. Ahora va a tocar cambiar el rol, es algo que voy a tener que aprender, porque tendré menos opciones de disputar. Tampoco es algo que me preocupe porque trabajar para un líder que puede estar en el podio o ganar una grande es una grandísima motivación. Me refiero a Aru o a Miguel Ángel López que viene fuerte. Sí que tengo que cambiar un poco el chip.
-Pasó muy pronto a profesionales y aún es joven después de seis años como profesional, ¿se siente consolidado?
-Joven entre comillas viendo cómo despunta la gente a edad tan temprana. Yo he llevado mi progresión seguramente más despacio que otros, aunque creo que he ido con paso firme, cada año intentando mejorar un poco más. Al final seis años de profesional te dan una experiencia que en muchas ocasiones se nota más que el valor físico que puedas tener. Todo suma. Tengo 26 años y me veo preparado para estar en un equipo grande. No soy un novato.
-En principio, ¿qué espera de la próxima temporada?
-No he hablado del calendario con el equipo. Yo creo que voy a estar más enfocado a carreras de una semana en la primera parte, como País Vasco o Catalunya. No sé si iría en el bloque de Aru para hacer el Giro y la Vuelta. Sí que me gustaría y me motiva probar el Giro. No he tenido opción de hacerlo nunca. Me llama la atención. Y hay clásicas como las de las Ardenas que me gustaría probar, tener al menos la opción de correrlas. Es el primer año del equipo y sé que me voy a tener que ganar la confianza.