Pello Bilbao (Astana) llega con altas expectativas y exigencias a la Vuelta a España. «Como es normal», asume. El ciclista vasco alcanzó el sexto puesto en el Giro de Italia y ganó una etapa en el Critérium Dauphiné y en el Tour de los Alpes. Su salto hacia adelante ha sido evidente y ahora confía en seguir esa línea en la ronda española.
Bilbao llega a la Vuelta con «frescura» y «ganas» después de descansar casi dos meses. Y mostró su buen punto en la reciente Vuelta a Burgos, segundo en El Castillo. Miguel Ángel López, Dario Cataldo, Omar Fraile, Jan Hirt, Nikita Stalnov, Davide Villella y Andrey Zeits serán sus siete compañeros de equipo.
Afronta su segunda grande de la temporada, ¿cómo se siente?
Me veo bien, con la frescura recuperada. Hacer Giro y Vuelta tiene esa ventaja, que puedes descansar a mitad de temporada, desconectar de la competición. Así que estoy con ganas y con un buen punto.
¿Ha entrenado en altura?
Estuve una semana antes de la Vuelta a Burgos, las sensaciones no eran las mejores, y decidí regresar a casa. Me he preparado en casa, como hice en Giro, sin hacer altura. Yo pienso que llego bien.
Su test fue en la Vuelta a Burgos, ¿cómo se sintió?
Un punto mejor que otros años, como en Donostia donde pude hacer una buena carrera. Las sensaciones han sido buenas y pienso que eso que tiene que ver con no entrenar tanto en altura. Me siento más fresco, con más ritmo, y pienso que he acertado.
Después de su rendimiento en el Giro, ¿con qué intención afronta la Vuelta a España?
Teniendo en cuenta el trabajo del Giro, tendré un punto más de exigencia como es normal. En principio, tendré que defender las opciones en la general y luego la carrera pondrá a cada uno en su sitio. Y veremos cómo responde Miguel (Ángel López). Él siempre estará por delante de mí, con más responsabilidad, pero por si acaso jugaremos mi baza. Esa es la intención, aunque si llega un momento en el que me tengo que sacrificar por él lo haré sin problema. Es una carrera larga, pueden pasar muchas cosas, una avería, un problema de salud… Y corres el riesgo de quedarte sin un líder. Con dos bazas, sin embargo, puedes tener un reserva o una segunda opción. Y tácticamente tienes dos corredores. Yo creo que es interesante. Pienso además que veremos una carrera más abierta, no habrá un equipo como Sky que controle todo como en el Giro o el Tour. Y jugar con dos puede ser una ventaja táctica importante.
¿Cómo lleva tener más exigencia en carrera?
Hay más presión. Quizá en otro momento no lo hubiera podido llevar bien, pero en este momento he cogido confianza y ha sido una progresión natural. Llevo ya ocho años como ciclista profesional. Y esta responsabilidad no me ha venido de golpe. Tengo experiencia y he ido consiguiendo las cosas paso a paso. Y cuando me exigen más responsabilidad lo asumo a gusto y es una motivación extra para afrontar las carreras.
¿Piensa en el Campeonato del mundo de Innsbruck?
Claro que pienso en el Mundial. Nunca he tenido la oportunidad de correr un Mundial y quizá no vuelva a tener oportunidad mejor. Será un objetivo. Es un puesto que me tengo que ganar en la Vuelta y trataré de convencer al seleccionador.