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Peter Sagan, vestido con el maillot amarillo del Tour / © ASO
Al actual campeón del mundo de fondo en carretera, Peter Sagan, se le ha alabado enormemente durante toda su carrera deportiva y muy especialmente en este año en el que está portando con enorme dignidad y respeto el maillot arcoíris por su manera de correr y entender el ciclismo. No sólo se trata de que el eslovaco dispute todas y cada una de las carreras en las que toma la salida -los tiempos de salir a entrenar con dorsal pasaron, por fortuna, a mejor vida para todos- sino también por su forma espectacular y agresiva de correr, lo que le suele convertir en el gran animador de las carreras. Esa táctica puede haberle costado algún triunfo, eso está claro, pero le ha granjeado miles de fans por todo el planeta.
Viéndole correr, uno diría que la conclusión más lógica es que todo es el resultado de contar con una calidad tremenda en las piernas de un corredor que disfruta enormemente con su trabajo y su deporte, pero Sagan ha reconocido que algo está fallando y que la carretera algo que le aburre.
El actual portador del maillot arcoíris se sincera en una web deportiva de su país asegurando que “he conseguido alcanzar algunos de los triunfos más importantes en el ciclismo de carretera y, por supuesto, espero poder seguir haciéndolo, pero en realidad, me aburro en el pelotón. [Correr en la carretera, N.d.A.] no es algo que me reporte placer”. Sin duda, unas declaraciones que han preocupado a sus admiradores en un deporte en el que la motivación es tan importante para poder hacer frente a las penalidades del entrenamiento y la propia competición.
Sagan explica que esta sensación le llega porque el ciclismo en carretera “es muy injusto. No siempre gana el mejor o el más fuerte. Puedes ser el mejor durante todo el día y verte superado por un par de centímetros en la línea de meta sencillamente porque alguien tiene un toque de buena suerte o mejores compañeros”. Sagan, además, cree que eso es algo que ocurre especialmente en las carreras que mejor se adaptan a sus condiciones, es decir, las clásicas ya que “en la montaña es cierto que normalmente gana el mejor escalador, pero en el resto de carreras, es una lotería”.
Sagan ejemplifica sus afirmaciones con lo ocurrido en la prueba de fondo en carretera de los pasados Juegos Olímpicos “donde no ganó el mejor. En Río el mejor era Vincenzo Nibali y no Greg Van Avermaet. Si Nibali no se llega a caer es ese grupito el que acaba ocupando el podio. ¿Si me arrepiento de no haber participado? El grupo de Nibali estaba conformado por completo por escaladores. En ese momento de la carrera nadie habría dicho que era una oportunidad perdida para mi”, reflexiona ahora sobre su ausencia en la carrera.
Estas declaraciones llegan justo después de que Peter Sagan tomara parte en las prueba de BTT de los Juegos Olímpicos, una especialidad “en la que realmente me divierto y disfruto. Puedes asumir más riesgos. Son dos disciplinas, la ruta y el BTT, que no se pueden comparar. Tienen tanto que ver la una con la otra como el surf y el paracaidismo”.
