Pevenage: “Ferrari sigue trabajando en el Teide”

Rudy Pevenage con su libro

Rudy Pevenage, que este mismo año publicaba Der Rudy, su autobiografía, ha asegurado, en declaraciones recogidas por Cyclingnews, que se siente molesto por el hecho de que sólo se haya enfatizado la parte en la que habla sobre dopaje, cuando la obra recoge todas sus vivencias desde que era un niño hasta que se sentó detrás del volante como director deportivo pasando, por supuesto, por su etapa como ciclista profesional.

Pevenage explica que «la presentación de mi libro fue un éxito, pero uno de los problemas fue que a la prensa flamenca se le dio una vista previa, y solo tomaron las dos páginas donde hablo sobre dopaje”.

El exdirector belga explica, en ese mismo sentido, que “en Alemania, solo tomaron estas dos páginas y ni siquiera entendían el flamenco. Sus titulares fueron ‘Rudy Pevenage mata a Jan Ullrich’, porque no lo entendieron. Y no es cierto. No es un libro sobre dopaje, es un libro sobre mi historia”.

Uno de los capítulos más destacados de lo publicado entonces se centraba en el supuesto transporte de bolsas de sangre destinadas a autotransfusiones dentro de briks de leche y de sustancias dopantes en latas de coca-cola con doble fondo.

Ahora, sin embargo, Pevenage asegura que “las latas de coca-cola no tenían nada que ver con el dopaje. “Era un medicamento para la bronquitis alérgica de Jan, y había una lista de medicamentos que podrías tener contigo. Si me encontraran con él, tendría problemas, pero no era algo que fuera una prueba positiva. Los periódicos dijeron que, tenía una lata de coca-cola con productos dopantes, pero no era cierto. Es una gran diferencia”.

En cuanto a las bolsas de sangre, atribuidas a Jan Ullrich, Pevenage dice ahora que “la historia en Lieja no tuvo nada que ver con Jan”. Aunque no desvela a que corredores corresponden los alias, Pevenage explica que “Ali Baba llegó y luego de unos días llegaron Asterix y Obelix, luego Eufemiano Fuentes, para hacer transfusiones a unos 20 ciclistas. Me pidió que buscara una habitación de hotel tranquila y lo hice. Pedí una nevera extra porque sabía que la necesitaría, no era ningún estúpido, pero no era para Jan, era para Rabobank, CSC, Liberty, etc. El libro fue mal entendido, especialmente porque los alemanes no entienden el flamenco”, insiste.

El técnico belga insiste en que la ley del silencio es algo que, efectivamente, se practicó en el ciclismo de aquella época. “La Omertà está ahí. No tengo ningún problema si Johan Bruyneel, Lance Armstrong u otra persona me llama. Podemos discutirlo. Pero no me llamarán, porque saben que estoy en lo cierto”.

De alguna manera, Pevenage avisa de que sigue guardando muchos secretos. «No podía escribir mi libro sin mencionar estas cosas. La redada de Saremo, tal vez me costó dos años de mi vida, con todos los nervios y el estrés. Tengo que hablar de eso. Pero no escribí un libro de dopaje. Si fuera un libro de dopaje, se vendería tres veces más, con todo lo que sé. Si hiciera un libro de dopaje, sería una locura”.

Preguntado sobre los motivos por los que no escribe un libro sobre esa cuestión, el belga asegura que es, simplemente, “porque no quiero. Tengo muchos amigos en el ciclismo», pero, al mismo tiempo, apunta con bala a algunos nombres. «LeMond, Bettini, Bugno, Museeuw, Van Petegem, Van Impe han estado aquí. Todos estos ciclistas que estuvieron aquí para ayudarme… no quiero joder estas amistades”, sentencia.

Fuentes nunca dirá los nombres de sus clientes

Pevenage explica que a día de hoy “el ciclismo está muy limpio”, pero vuelve a lanzar dudas sobre esa misma afirmación al asegurar que “no sé lo que el Dr. Ferrari está haciendo, pero sí sé que sigue trabajando”.

El extécnico belga insiste en que «sé que Ferrari todavía está trabajando en Tenerife, en el Teide. Normalmente, ellos también deben saberlo. Lo sé y no tengo nada que ver con el ciclismo”. Y revela que, fiel a la ya larga historia de alias que acompaña a la leyenda negra del ciclismo, “ahora no le llaman Ferrari; se llama Testarossa”.

Aunque a Ferrari le desprecia, “que le jodan”, llega a decir; Pevenage sigue manteniendo una buena relación con Eufemiano Fuentes, al que considera «un amigo y un buen médico» y pone la mano en el fuego al asegurar que “nunca revelará los nombres de sus clientes. Yo sé el nombre de 20 de ellos, pero no me interesa decir quiénes son”.

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