La de 2013 es, sin duda alguna, una temporada que Philippe Gilbert querrá dejar en el olvido lo más pronto posible. Vestido con el maillot de campeón del Mundo, el de BMC afrontaba el enorme reto de retomar el camino que en 2011 le llevó a ser el hombre más temido en las carreras de un día.
En aquel ya lejano año Gilbert se llevo, entre otros triunfos, la Strade Bianche, Flecha Brabançona, Amstel, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja. Las Ardenas eran suyas y, tras sus consecutivas demostraciones de fuerza y poderío, daba la impresión de que ningún otro corredor del pelotón internacional pudiera hacerle frente en el futuro más cercano.
Ahora, tras dos años en los que sus enteros han cotizado a la baja pese a ese triunfo en el Mundial de Valkenburg al que ahora, como tantos otros lo hicieron antes que él, culpa en parte de su mala actuación durante 2013.
Pese a todo, el corredor belga se siente muy optimista de cara a 2014 y asegura que “he podido hacer un invierno como el de mis mejores años. Yo lo compararía al de 2011”. Eso, unido a los profundos cambios en la estructura de BMC con la llegada de Valerio Piva y Allan Peiper, hacen que Gilbert sea muy optimista de cara a su época del año favorita: la de las Ardenas.
Artículo completo de Nico Van Looy en vanlooy.es