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Pinot trata de abrir hueco con Dumoulin y Carapaz en la 19ª etapa del Giro / © RCS
Thibaut Pinot (Groupama-FDJ) estaba completando un gran Giro de Italia. Se presentó a la salida de la temida etapa final –con permiso de la protocolaria y finalmente caótica jornada de Roma– en puestos de podio y, aunque sin opciones reales al triunfo, a un paso de repetir su mejor actuación en una gran vuelta tras aquel tercer puesto conseguido en el Tour de Francia de 2014. De hecho, Pinot tuvo un día sensacional el viernes, en aquella etapa marcada por la loca escapada de Froome que a la postre le serviría para ganar el Giro. Un día en el que el francés acabó en el grupo de Carapaz, Superman López y Dumoulin. Pero luego, el desastre.
“El viernes tuve un día legendario, pero el sábado fue una catástrofe”, explica el propio Pinot en una entrevista concedida al rotativo francés L’Equipe en la que desvela lo que sucedió tras la etapa, una cadena de acontecimientos que llevaron a los médicos a prohibirle tomar la salida de la última etapa en Roma.
“Tras la etapa, ya en el hotel, comencé a escupir sangre. Me asusté muchísimo. De camino al hospital perdí el conocimiento. No sabía que me estaba pasando”, relata el corredor sobre lo sucedido en esa tarde de sábado. La tortura no terminó ahí. Pinot considera que “lo peor llegó ya en el hospital. El médico me preguntó si había tenido problemas pulmonares antes. Los diez minutos de espera para saber el diagnóstico fueron muy malos. Me temí lo peor”.
Pinot tenía previsto, como harán Froome y Dumoulin, hacer el doblete Giro-Tour, pero el periodo de inactividad posterior a la ronda transalpina le ha obligado a cambiar de planes y no estará en el Grand Départ del próximo día 7 de julio, lo que, aunque no está confirmado oficialmente, le acerca a una Vuelta a España en la que no ha estado desde 2014.
