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Porte no estará en Innsbruck / © ASO
No cabe duda que 2018 va a ser un año para olvidar en la irregular hoja de servicios de Richie Porte. Tras jugárselo todo o nada en el Tour de Francia, al que llegó en estado de gracia tras ganar en la Vuelta a Suiza, todo se torció camino de Roubaix. Caída y abandono. Volvió en la Vuelta a España, pero su paso por la ronda española sólo será recordado, y no por mucho tiempo, por aquella absurda escapada en la que le vimos metido camino del Mar Menor.
El corredor de BMC aseguró que su intención era la de, tras su largo parón a causa de esa caída en el Tour, ir cogiendo tono en las piernas para disputar un Mundial, el de Innsbruck, que se podría adaptar a un hombre de sus características, pero Porte ha anunciado ahora que no tomará parte en la prueba austriaca.
Según el médico del conjunto americano, Max Testa, Porte no ha podido recuperarse a tiempo de una obstrucción de las vías aéreas que ya le dio problemas en la parte final de la Vuelta a España. “A causa de esa enfermedad, no he podido preparar el Mundial. Con 4.600 metros de desnivel acumulado necesitas estar en perfectas condiciones para aspirar a algo”, aseguraba Porte.
El que iba a ser jefe de filas del combinado australiano añadió que “estoy realmente decepcionado. El Mundial era un objetivo muy importante”.
