Primavera, ciclismo día a día

Boonen puede dejar atrás muchos récords esta temporada

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Los tibios rayos de sol del invierno mediterráneo son un recuerdo lejano. Atrás quedaron las concentraciones en la costa española. Los más o menos relajados entrenamientos junto a la costa. La confección de calendarios. Las declaraciones de intenciones. También, aunque algo más recientes, quedan ya atrás los tórridos días en Oriente Medio. Ahora, guste o no, toca pasar frío. Volver al invierno europeo. Dejar de lado las novedades biomecánicas de las nuevas técnicas de entrenamiento y los todavía jovencísimos caprichos ciclistas de los petrodólares. Llegan semanas vetustas. Siempre nuevas, pero ya vividas. Vuelven carreras donde la Alta Definición no consigue arreglar la malformación existente entre el ojo y el cerebro del aficionado, que sigue interpretando todo lo que ve en blanco y negro. Como siempre lo conoció. Son la Historia. Son la épica. Son la esencia. Son, ya lo saben, las clásicas. Las carreras de un día que forjaron a base de golpes –algunos literales y otros maestros– a las grandes leyendas de este deporte. Son la quintaesencia del ciclismo.

Para ser justos, deberíamos de referirnos al Trofeo Laigueglia como el pistoletazo de salida de esta época de culto. Recién ascendida a la categoría 1.HC, es decir, tras ganarse un hueco entre las más históricas pruebas del calendario. José Serpa fue el primer colombiano en hacerse con el triunfo en esta carrera el pasado año, una cita dominada históricamente por Filippo Pozzato, único corredor que ha conseguido vencer en tres ocasiones (2003, 2004 y 2013).

Gilbert dejará de lado el adoquín en 2015

Pero, sea justo o no, la cita transalpina no es la más esperada. Será la primera, sí; pero el pelotón y el aficionado tienen la vista puesta un poco más allá. Nueve días más adelante en el calendario para ser exactos. El Circuito Het Nieuwsblad es, históricamente, la puerta de entrada a esta temporada de colinas y adoquines. Una carrera que, como le sucede a otras tantas que van a disputarse durante las próximas semanas en Bélgica, recupera al Berendries como segunda de las once subidas que deberán de afrontar los corredores. Las mismas, por cierto, que el pasado año ya que el Hotellerie desaparece a favor de la cuesta de Brakel. Fue, es y será siempre el primer gran test. Todos dirán aquello de que un mal resultado no les preocupa ya que todavía queda tiempo para afinar de cara a los Monumentos. No será mentira, pero ningún gran nombre del pelotón querrá dejar pasar la oportunidad de anotarse un primer triunfo importante que le dé tranquilidad y algo de superioridad moral sobre sus rivales. Philippe Gilbert, que ya conoció el triunfo en 2006 y 2008 puede sumar su nombre a los de Ernest Sterckx (1952, 1953 y 1955), Joseph Bruyère (1974, 1975 y 1980) y Peter Van Petegem (1997, 1998 y 2002) como únicos corredores en haber alcanzado los tres triunfos.

La Kuurne-Bruselas-Kuurne, con un nuevo final que incluirá el Budabrug dentro de las dos vueltas al circuito que cierra la prueba y que sitúa al Nokereberg, a 53 kilómetros de meta, como la última subida del día, será la siguiente carrera del calendario más tradicional. Tom Boonen es el corredor con más victorias (2007, 2009 y 2014) y en caso de victoria, además de seguir aumentando su ventaja respecto a los perseguidores en el palmarés, despejar las dudas que puedan existir en relación a sus opciones de cara a las grandes pruebas que estarán por llegar.

Tras este aperitivo, tocará coger el avión hasta Italia para, tras la Strade Bianche meternos de lleno en la época de los primeros Monumentos, que tendrán a la Milán-San Remo como primera piedra de toque. Tras el fallido experimento de la Pompeiana del pasado año, la organización ha decidido volver a su trazado más tradicional. No sólo dejando Cipressa y Poggio como momentos decisivos, sino llevando de nuevo el sprint final a la Via Roma. Una Classicissima que volverá a tener en los grandes velocistas a sus máximos favoritos de cara a un triunfo que parece que nadie podrá repetir hasta en siete ocasiones como en su día hiciera el grandísimo Eddy Merckx.

Freire, recordman en la Flecha Brabante

Regresaremos entonces a Bélgica para la 70ª edición de la A través de Flandes, también con el regreso del Berendries –algo que gracias al final de las obras será una constante en varias carreras– que supondrá, respecto del año pasado, el incremento de diez a once subidas a lo largo de sus 200,1 kilómetros. En esta prueba, será el holandés Niki Terpstra el que pueda batir un récord y situarse como el primer hombre en alcanzar los tres triunfos y superar así al grupo de dobles vencedores que actualmente cuenta con doce miembros: los belgas André Rossel (1948 y 1950), Raymond Impanis (1949 y 1951), Briek Schotte (1953 y 1955), Walter Godefroot (1966 y 1968), Daniel Van Ryckeghem (1967 y 1970), Walter Plankaert (1977 y 1984), Eric Vanderaerden (1986 y 1991), Johan Museeuw (1993 y 1999) y Niko Eeckhout (2001 y 2005) y los holandeses Jelle Nijdam (1987 y 1995), Tristan Hoffman (1996 y 2000) y el ya mencionado Terpstra (2012 y 2014).

El E3 Harelbeke será la siguiente cita World Tour y llega con importantes cambios en su parte final aunque no comprometan la esencia y el grueso de una carrea en la que Tom Boonen ya aventaja a todos los históricos en un triunfo gracias a sus cinco victorias y en la que Cancellara es el único que podría acercarse un poco pasando a compartir el segundo puesto del palmarés junto a Van Looy con cuatro entorchados.

Algo similar sucede con la Gante-Wevelgem, que no sufre modificación alguna en su trazado y en la que Tom Boonen puede convertirse en el primer corredor con cuatro triunfos situándose uno por delante de los Van Eenaeme, Van Looy, Merckx y Cipollini.

Llegará entonces la grande entre las grandes belgas. La Vuelta a Flandes que, por fin, ha encontrado la fórmula del éxito y apenas presentará novedades respecto a su anterior edición. Aumentará de 17 a 19 el número de subidas con la inclusión del Tiegemberg, la primera colina jamás subida en la carrera en 1919 (3ª edición de la carrera). Además, como ya hemos comentado en otras pruebas, vuelve el Berendries. En homenaje al Águila Negra, Marcel Kint (el corredor que más tiempo ha ostentado el título de Campeón del Mundo ya que tras su victoria en Valkenburg de 1938, el estallido de la II Guerra Mundial impidió la celebración del evento hasta 1946 en Zürich) Zwevegem será la ciudad de la Vuelta, lo que hará que los corredores se dirijan de otra manera a las Ardenas Flamencas, aunque sin ninguna o muy poca influencia en el desarrollo de la prueba. Una carrera en la que Tom Boonen y Fabian Cancellara pelearán por convertirse en los primeros humanos en vencer en cuatro ocasiones.

Antes de irnos a Francia para el epílogo del adoquín, Amberes acogerá el Premio Escalda, una prueba en la que Cavendish y Kittel pueden convertirse en los primeros en ganar cuatro veces y en la que si lo hace el alemán lo hará de forma consecutiva. Pero esto no será más que un aperitivo de cara a esa carrera para la que se acaban los calificativos. Esa prueba que Bernard Hinault ganó en su única participación y de la que renegó nada más bajarse de la bicicleta. “Nunca conseguiréis que retire lo que ya he dicho de la París-Roubaix. ¡Es un sinsentido!”, dijo el Caimán en 1981. El Infierno del Norte queda todavía muy lejos y tiempo tendremos de ocuparnos de él en profundidad, pero el dato y la pelea que más llama la atención es que Tom Boonen (siempre él), puede situarse como recordman de la cita y situarse, con cuatro triunfos, por encima de Roger De Vlaeminck y, por supuesto, que Fabian Cancellara puede entrar a formar parte de ese grupo, actualmente de dos corredores, con cuatro victorias.

El momento de Valverde llegará en las Ardenas

Y antes de meternos de lleno en las Ardenas, nos detendremos en la Flecha Brabante, una carrera en la que el español Óscar Freire podría verse igualado en su marca de tres triunfos por otro gran nombre como es Philippe Gilbert.

Tras esta cita, llegará el tríptico de las Ardenas. Pero para eso queda todavía demasiado y, en justicia, tocará hablar de Amstel, Flecha y Lieja más adelante. Luego, cerraremos el capítulo y pensaremos en el Giro. Pero, en esta época de pruebas de un día, deberemos de adoptar la mentalidad del Cholo Simeone e ir a aquello del carrera-a-carrera. Día a día. Porque en pruebas tan complicadas, bellas e históricas todo puede cambiar de un día para otro. Los favoritos pueden dejar de serlo en sólo 24 horas. Los outsiders pueden ganar enteros en menos de una semana y, por supuesto, las sorpresas mayúsculas llegarán de una forma u otra y todo eso y mucho más se lo iremos contando, también día-a-día, en Ciclo 21.

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