A partir del miércoles 27 de febrero los mejores pistards del mundo acudirán a Pruszkow, una localidad polaca de la periferia de Varsovia, para disputar un Campeonato del Mundo de pista muy diferente al que allí se dirimió hace justo diez años. En aquella ocasión el Pruszkow Arena, el primer velódromo cubierto de Polonia, acababa de ser inaugurado y acogía un campeonato en año post olímpico, con todo lo que significa, mientras que en esta ocasión se trata de la competición más importante en el primer año de clasificación olímpica, de cara a Tokio 2020, con las espadas en todo lo salto.
De los nueve ‘oros’ y dos ‘platas’ obtenidos el año anterior en Manchester, Gran Bretaña –sin Chris Hoy ni Bradley Wiggins– pasaba a sólo dos títulos y cuatro subcampeonatos en un Mundial en el que las ‘preseas’ estuvieron mucho más repartidas. Australia era la vencedora en el medallero con 10 metales (4 de oro, 4 de plata y 2 de bronce), por delante de Francia. Gregory Baugé, con el doblete velocidad-velocidad por equipos, era uno de los más destacados junto al dúo danés Alex Rasmussen y Michael Morkov, ganadores de la madison y parte integrante del equipo de persecución que se llevaban los nórdicos. España no conseguía ninguna medalla en tierras polacas.
Por aquel entonces la madison femenina no existía y la persecución femenina era todavía disputada por tres corredoras, mientras que el ómnium apenas tenía dos años de antigüedad y se disputaba sobre cinco pruebas en una jornada… y curiosamente Albert Torres fue el representante español, octavo, en una prueba que se llevaba Leigh Howard –que posiblemente vuelva a ser el representante australiano diez años después-. Por la parte femenina, Gema Pascual fue la ciclista española que tomó parte, con victoria de Josephine Tomac, también ‘aussie’.
Una de las jóvenes estrellas en Pruszków fue el estadounidense Taylor Phinney, quien, con solo 18 años, ganó la persecución individual… y quedaba segundo en el kilómetro, participando en dos pruebas que hasta el momento se presumían incompatibles, pero que ahora ‘doblan’ muchos fondistas.
En aquel mundial también se destacó el malayo Azizulhasni Awang, que con solo 21 años se quedaba a las puertas del oro en una emocionante final de velocidad. Poco sabía el ‘Pocket Rocketman’ que tardaría hasta 2017 en ganar finalmente el maillot arco iris en keirin. El ahora famoso velocista alemán Maximilian Levy, quien aún está en activo pero que faltará en Polonia por su próxima paternidad, se llevaba el oro en la disciplina de origen japonés.
Destacar igualmente la eclosión de un Eloy Teruel que llegaba con la difícil labor de relevar a Joan Llaneras y el murciano compitió con desparpajo en una puntuación que se llevaría con autoridad el australiano Cameron Meyer, el primero de sus cinco entorchados en esta disciplina, mientras que Teruel era cuarto, a un paso de ese podio que pisó tres veces, aunque nunca en lo más alto.
Pasando a las féminas, la británica Vicky Pendleton enganchaba su tercer Mundial consecutivo en velocidad –también venía de ganar en los Juegos Olímpicos- en plena rivalidad con Anna Meares, quien se tomaba la revancha en la prueba por equipos junto a Kaarle McCulloch, otra de las pocas supervivientes de aquel evento. Meares también se quedaba con la miel en los labios en los 500 metros que se llevaba otra ilustre superviviente, la lituana Simona Krupeckaité, con la china Shang Guo ganadora del keirin, por delante de la actual seleccionadora francesa, Clara Sánchez.
En el fondo, aparte del éxito británico en la persecución por equipos, destacar los triunfos de Giorgia Bronzini (puntos), Alison Shanks (persecución) y Yumari González (scratch).
Volviendo con los españoles, aparte de ese cuarto puesto de Teruel, lo más destacable fue la quinta plaza en la persecución por equipos y la sexta de Sergi Escobar en la individual. De aquella selección, aparte de Torres solo repiten otro corredor –Juan Peralta– y dos corredoras, también debrtante en aquella cita. Por un lado, Helena Casas, que curiosamente no intervino ni en velocidad individual y por equipos ni en keirin por no estar clasificadas, aunque sí en 500 metros… y formando parte del por entonces trío de persecución, junto a Pascual y Ana Usabiaga, la otra ‘veterana’, que solo participó en esta disciplina. La catalana ya había estado en Palma 2007, mientras que la vasca se estrenó en aquella cita.