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A primera hora de la mañana de hoy, 22 de junio, se ha dado en Sabiñánigo el pistoletazo de salida de la XXIII edición de ChainReactionQuebrantahuesos. Durante 45 minutos, 8.351 ciclistas han ido pasando por el arco de comienzo de la prueba en Quebrantahuesos Gran Fondo; mientras que 1.659 son el total de participantes que lo han hecho dentro de Treparriscos Medio Fondo.
“La emoción previa a la salida es indescriptible”, ha asegurado sobre este momento la alpinista Edurne Pasabán, presente en la cita. Como ella, el resto de participantes provenientes de 42 países diferentes han dejado sentir sus nervios antes de enfrentarse a una prueba que es de reconocido prestigio tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
A lo largo de los 200 kilómetros de recorrido que tiene Quebrantahuesos y los 85 de Treparriscos, ha podido oírse la voz de cientos de personas que se han acercado a las cunetas a animar una prueba ya mítica tanto en España como en la zona, que la recibe cada penúltimo sábado de junio desde hace veintitrés años.
Ejemplos de ello son el clásico gaitero del alto de Marie Blanque, que hace que todo participante sepa cuándo ha llegado a la cumbre por el sonido de la gaita; el pueblo de Hoz de Jaca, que se ha volcado disfrazándose y animando con megáfonos; o los voluntarios del avituallamiento líquido de Gabás, que han disfrazado su carpa de barco pirata, colocando velas y banderas.
Todo un éxito ha resultado el despliegue de medidas y efectivos de seguridad, que no tiene precedente ni en esta prueba ni en ninguna otra de estas características de las que se celebran en España. Con un total de 31 ambulancias y UVIs móviles y casi 200 miembros de personal sanitario, la jornada se ha desarrollado sin incidentes reseñables.
Ha destacado la gran sintonía entre los cuerpos de seguridad franceses y españoles: Guardia, Civil, Gendarmería, Policía Nacional, Protección Civil etc. a la hora de cortar el tráfico de vehículos y en general a lo largo de toda la ruta; así como los servicios sanitarios de ambos países, Cruz Roja y los cuerpos de bomberos.
A su llegada a meta, los ciclistas se han mostrado encantados con la medida y con la posibilidad de rodar sin compartir carretera con otros vehículos. Un participante vasco con 17 Quebrantahuesos a sus espaldas, ha asegurado que se ha sentido “mucho más seguro” en todo el recorrido, “especialmente en las curvas y en las bajadas”.
Entre los participantes de Treparriscos, que este año estrenaba recorrido por el Valle de Broto, las sensaciones eran también muy positivas con el cambio, y han comentado que el paisaje en el nuevo trazado era “espectacular”.
A ello ha ayudado seguro el hecho de que la climatología ha respetado en ambos recorridos (Quebrantahuesos y Treparriscos), y las temperaturas han sido muy templadas. El sol ha lucido prácticamente a lo largo de todo el recorrido y especialmente en Sabiñánigo, que ha registrado máximas de 22 grados.
De los más de 10.000 ciclistas que han tomado la salida, algo más de 7.500 han cruzado ya la meta, aunque a las 19:40 horas aún quedan por llegar los últimos participantes.
Tras la prueba, se han otorgado reconocimientos a algunos participantes destacados. Entre ellos, dentro de Treparriscos, la más joven en cruzar la meta ha sido Sofía Gandarias, de 16 años; mientras que en el apartado masculino ha sido el portugués Pedro Manuel Soares. El hombre más veterano, José María Arrazola, de 76 años, ha finalizado incluso antes que sus hijos; mientras que la mujer de más edad ha sido Catalina Aleix. El participante más lejano en terminar ha sido la australiana Alexandra Cook.
Dentro de Quebrantahuesos, el ciclista más joven en meta era Raúl Marco Garrido, y Lorena Martín la más joven. Pablo Agirretxe, como en pasadas ediciones, volvía a ser el hombre más veterano; y Liduvina Montesinos en esta ocasión la mujer más veterana. Ian Victor Pawley, de Australia, ha sido el participante más lejano en Quebrantahuesos.
Lágrimas de alegría, gritos de euforia y miles de abrazos se han mezclado con caras desencajadas por el esfuerzo, piernas cansadas y algún que otro rasguño en lo que muchos han considerado “un reto superado”. Con lo bueno y lo malo, Quebrantahuesos “es única” y, siempre que el sorteo lo permita, la inmensa mayoría ha mostrado “muchas ganas de volver el año que viene”.
