La de 2015 va a ser una temporada importantísima en la carrera de Nairo Quintana. El colombiano de Movistar afronta el tremendo reto de acudir al Tour de Francia como jefe de filas de Movistar. En julio, tal y como confirmaron Eusebio Unzué y, posteriormente, Alejandro Valverde, en sendas entrevistas exclusivas con Ciclo 21, el segundo clasificado de la Grande Boucle de 2013 regresará a Francia con la victoria como objetivo. Todos son prudentes y apelan a su juventud y su inexperiencia –pese a su gran debut y a su victoria del pasado año en el Giro de Italia–, pero a nadie se le escapa que su nombre aparece en todas las quinielas con las mismas opciones iniciales que los de Alberto Contador, Chris Froome o Vincenzo Nibali.
Ganador en la Tirreno-Adriático, Quintana será uno de los ausentes en el nuevo duelo de titanes que se prepara en la Volta a Catalunya. El de Bocayá ha decidido tomar otro camino y, tras unos días de descanso, retomará la competición el próximo día 25 de marzo en Bélgica. Nairo Quintana, novel en los adoquines, centra todo alrededor de la preparación para el Tour de Francia que, de nuevo, contará con una trampa en forma de etapa adoquinada. Viendo como el pasado año Nibali asestó su primer gran golpe camino de Roubaix, el de Movistar ha decidido debutar sobre terreno empedrado en la A Través de Flandes, una de las clásicas flamencas adoquinadas menos agresivas para aquellos corredores no acostumbrados a este tipo de terreno.
“No le tengo miedo a los adoquines”, ha asegurado el colombiano. “Quiero probar esa experiencia. Mis compañeros ya me han hablado de ello, pero debo de vivirlo por mí mismo”, añadió poco después de llevarse su primer tridente como vencedor de la carrera de los dos mares.