Nairo Quintana se muestra tranquilo y confiado en las horas previas al inicio de la Vuelta al País Vasco 2018. El colombiano de Movistar Team, vencedor de la carrera en 2013, competirá de este modo por cuarta vez en la Itzulia, en la que siempre ha terminado en el top-5 final –3º en 2016 y 4º en 2015–.
Quintana llega a la ronda vasca –su última competición en Europa antes de regresar a Colombia– tras ser 2º en la Volta a Catalunya que concluyó hace una semana y disputar el pasado miércoles la Dwars door Vlaanderen en Bélgica, a donde regresará un par de jornadas tras la Itzulia para ver los tramos de pavé que se atravesarán en el próximo Tour de Francia, su gran objetivo del año:
«Me vine de la Volta con un gran sabor de boca, no solo por ganar nuevamente con Alejandro, sino por el gran trabajo de todo el equipo y porque físicamente demostré que estoy en un buen momento. Desde allí marché para Bélgica, a cuyos pavé no había regresado desde 2015. No hicimos muchos tramos de adoquín pero estoy satisfecho con ese reencuentro con las piedras. No pude estar disputando la carrera en la parte decisiva, pero en el grupo en el que quedé tuve la oportunidad de entrar en los adoquines, de probar cosas, la presión de los neumáticos… Ha sido muy útil porque le sirve al cuerpo para recordar esas sensaciones de cara al gran objetivo que tenemos en esa etapa del Tour en julio. Al acabar País Vasco volveremos de nuevo para hacer el reconocimiento de los tramos reales y de las condiciones que nos vamos a encontrar allí. Estar con los compañeros allí va a ser importante para empezar a acoplarnos, ver cómo afrontar esos tramos…».
Sobre la ronda vasca, Nairo destaca la pasión de la afición vasca, con la que declara sentirse «como en casa», y a la que espera ofrecer espectáculo durante los seis días de carrera:
«Estos días tras la Volta me habría gustado estar más tranquilo, pero ha sido una semana de muchos viajes y espero ponerme a punto durante la carrera. Personalmente, estaremos atentos para hacer lo mejor posible. La idea inicial es disputar con Mikel, que viene con la idea de disputar. Estaremos ahí apoyando y viendo las oportunidades que surjan a medida que se desarrolla la carrera. Respecto a otros años, la preparación es parecida, lo que hemos cambiado es no tener esa presión de estar disputando todos los días de competición. Pero cuando tienes una buena condición no se puede descartar nada.
El recorrido será muy difícil, como siempre. Con esas subidas finales, cortas y muy duras, que serán muy agresivas. Habrá que estar atentos en todo momento. Y este año creo que la contrarreloj puede ser decisiva. Es para especialistas y las diferencias entre los favoritos pueden ser claves para el final. Para mí va a ser un test importante y trataré de hacerla lo mejor posible.
La Vuelta al País Vasco es siempre para mí una carrera especial. He vivido aquí varios años y me siento casi como en casa. La gente es muy amable conmigo. Siempre comparo su cultura con la que tenemos en Colombia. Por eso he hecho siempre bien esta carrera. La afición vasca es muy apasionada y siempre trato de darles motivos para que disfruten. Tenemos dos corredores de aquí como Mikel y Víctor y eso siempre te da un plus más de compromiso para la carrera».