2017 ha sido un año de luces y sombras para Nairo Quintana. El colombiano buscó un doblete que desde 1998 no había conseguido nadie. Apostó fuerte y la jugada no salió bien. Ha terminado la temporada con seis victorias en Comunitat Valenciana, Tirreno-Adriático, Asturias, una etapa (Blockhaus) y segundo en la general del Giro, y un 12º en la general del Tour, en el que nunca rindió como se esperaba y sufrió más que en ninguna de sus participaciones. Tras un mes de descanso y retomar la competición en las clásicas italianas, Quintana mira al futuro con optimismo. Sigue pensando que tiene un Tour en las piernas, que un doblete Giro-Tour es posible, y que la convivencia con Mikel Landa, antes que suponer una pega es una fortaleza.
L. G. Z. / Gorraiz (Navarra) / Ciclo 21
-Otra vez en el mismo punto de partida, y siendo uno de los veteranos del equipo.
-Lo de novato pasó hace ya tiempo. Desde 2012 que llegué aquí, y los que me faltan aún.
-¿Cómo va a ser 2018?
-Creo que se presenta muy bien con este tiempo de descanso relativo que he guardado. Las sensaciones son muy buenas, y estoy esperando ya a que empiece la nueva temporada.
-¿Cómo ha sido el primer contacto entre Landa y usted?
-Ha sido muy bueno, en realidad nunca hemos tenido ningún problema antes siendo rivales, y ahora menos siendo compañeros. Es un chico muy agradable, extrovertido, lo he pasado muy bien con él esta semana en la concentración.
-Hace unas semanas hizo unas declaraciones en las que parecía que quería poner límites a su liderazgo. ¿Se han malinterpretado estas palabras?
-Los límites no los pone nadie, sino cada uno y la carretera. De fuera se quiere sembrar cierto malestar con Mikel que no existe. Landa no es un rival, es un compañero, junto a él y al equipo vamos a trabajar duro para hacer lo mejor.
-La llegada de Landa amplia las posibilidades atacantes de un equipo para poder con Sky.
-Seguramente Sky va a marcar el ritmo en las carreras con la plantilla que tienen, es lo que hemos visto en las grandes vueltas. Pero teniendo un equipo con el que tenemos ahora con Alejandro y Mikel da mucha tranquilidad, porque tenemos más opciones de ataque.
-¿Quiere que Landa esté con usted en el Tour?
-Sí, y así se lo hemos planteado a Eusebio. Lo más seguro es que estemos los tres en el Tour.
-¿Se ha visto obligado a marcar territorio?
-No, para nada. Yo he hecho lo mismo desde que llegué a este equipo. Siempre he intentado hacer lo mejor en todas las carreras, y voy a seguir en la misma línea.
-El equipo al mismo tiempo ha perdido a hombres de equipo contrastados. Castroviejo, Izagirre…
-Hemos perdido a corredores importantes, pero aquí hay gente buena y corredores que van creciendo y cogiendo experiencia como Marc, Rubén, entre otros. Son corredores que han crecido y son muy buenos para diferentes carreras. Y luego hay un bloque de gente muy experta como Imanol o Benatti, que siempre los mantenemos en una muy buena línea.
-¿Se ha planteado no estar nunca más en este equipo?
-No. He estado bastante a gusto, hace dos años firmé hasta 2019. Este es mi equipo y mi familia, lo defiendo siempre a capa y espada. Es el equipo en el que comencé a crecer, donde he tenido todas las oportunidades y donde he conseguido todo lo que tengo.
-¿Y donde se siente querido?
-Sí.
-¿Qué enseñanzas ha sacado de este año?
-Muchas cosas. Cuando has hecho las cosas bien y los resultados no salen piensas hay que analizar las cosas de por qué sucede eso. Cuando las cosas salen bien parece que todo lo has hecho bien, es más fácil caer en el error. Nos hemos equivocado conjuntamente con todo el grupo en cosas previas al Tour para llegar al 100%, de eso he aprendido cosas para años venideros. Hay que ser más calculador para llegar siempre en plenitud en planificaciones, entrenamientos, etc.
-En el Tour parecía que estaba un poco asqueado de todo.
-Centramos mucho la ilusión del Tour, queríamos hacer lo mismo que el año anterior en el Tour y la Vuelta. Llevaba tal ilusión que los resultados me causaron tristeza. Creo que trabajé bien, y cuando los resultados no salen te entristeces.Luego reflexionas y ves lo que transcurrió fuera del Tour, y para mí ha sido un año bueno con victorias. Desde Valencia, la Tirreno, Asturias… la victoria y segundos en la general del Giro. Creo que hicimos muy bien las cosas, sabíamos que Dumoulin estaba muy fuerte, pero no tanto como para ganar. Me faltó suerte con la caída antes del día de descanso, no sacamos tiempo suficiente para mantener el liderato. Hasta el Blockhous las cosas fueron genial. Luego en la transición entre el Giro y el Tour nos equivocamos en cosas de la preparación, y el Tour fue triste. No decepcionante, porque he aprendido mucho.
-¿Qué cosas tiene que cambiar para no volver a caer en los mismos errores?
-La intensidad en la competición, las estancias en altura… tengo que hacer un calendario menos intenso antes del Tour y llegar más fresco.
-¿Todo esto le ha generado dudas o más ganas para este año?
-Me ha generado muchas más ganas para volver el año que viene y estar al nivel que he estado en el Tour. Menos en 2012, cada año he hecho al menos un podio en una de las grandes. Eso a mí me da mucha tranquilidad y mucha seguridad. Como en el Tour las coas no han ido bien, parece que todo ha sido un fracaso y una decepción, y eso no es así.
-¿Cree que en el Tour tiene la sensación de chocar contra un muro que es Froome y el Sky?
-Es un hueso muy duro de roer. Me da alegría y gusto que se den diferentes cosas, como la aparición de otros corredores como Dumoulin. A ver de qué manera influye en el Tour. La llegada de Mikel Landa es muy importante para nosotros. Hace falta que pasaran estas cosas para intentar ponerle las cosas difíciles a Froome.
-¿Dónde es débil Froome?
-Yo creo que sus golpes de autoridad no son tan fuertes como antes. Sigue siendo el más fuerte y tiene un gran equipo, que le ha dado mucho, pero hay corredores que le vienen ganando terreno. Yo veo todo más igualado.
-¿La llegada de Landa le da un carácter más agresivo a Movistar?
-Eso es algo que tienen que decidir Eusebio con los directores, que son quienes plantean las estrategias. Yo creo que sería lo suyo correr de forma más agresiva.
-¿Cómo va a influir el hecho de que los equipos sean de 8 corredores a partir de este año?
-Para los equipos que quieren hacer una general es una desventaja. Un corredor menos se nota, teniendo en cuenta que sueles tener bajas siempre. Puede ser mejor en cuanto a rebajar el riesgo en determinados momentos. Hay sus pros y sus contras. Yo prefiero los equipos de nueve.
-Se ha planteado el próximo Tour como un cara a cara entre Froome y Dumoulin ¿qué le dice eso?
-No pasa nada porque me dejen de lado. Dumoulin no es que llegue o aparezca, sino que confirma su fortaleza en las grandes vueltas. Es un rival más y abre el abanico de posibilidades y responsabilidades. Habrá más equipos que hagan juego
-¿El sueño amarillo sigue?
-Claro, tengo la ilusión de algún día poder ganarlo. No tengo frustración de haberme quedado cerca, sino la ilusión de poder ganarlo.
-¿Tiene la sensación de que se le agota el tiempo, de que ya se está haciendo mayor?
-Debe ser, como dice Eusebio, que me hice mayor de muy joven. Con 21 años hice mi primera Vuelta y estuve con los mejores ayudando a Alejandro. Para mí aquello me ayudó a abrir los ojos. Cuando estás a un nivel de hacer segundo en la general del Tour, es muy difícil mejorar y muy fácil equivocarse y caer. Lo complicado es mantenerse allí año tras año. Yo sigo siendo joven, no inexperto, no soy viejo. Hay gente de mi edad que sigue progresando. Yo sigo aprendiendo, mejorando, no me considero viejo, ni miro el retiro cerca.
-¿Cabe la la posibilidad de volver al Giro en el futuro?
-En 2018 me planteo el Tour como gran objetivo. En años venideros seguramente me seguiré planteando hacer Giro-Tour porque lo tengo en la cabeza, creo que puedo hacerlo. Es un reto para mí y creo que puedo conseguirlo. El fallo no ha sido hacer Giro y Tour, sino la planificación entre uno y otro.
-¿Le tienta el Mundial?
-Ahora solo pienso en el Tour, luego ya veremos.