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Quintana durante la París-Niza / © BettiniPhoto
Nairo Quintana arribó al equipo Movistar con apenas 22 años. Un año más tarde, en 2013, la escuadra telefónica le ayudaba a subir al segundo escalón del podio del Tour de Francia enfundándose, además, el maillot blanco de la carrera. Un Giro (2014), una Vuelta a España (2016) y muchas otras victorias después, Naironman es uno de los deportistas más idolatrados en Colombia y una voz autorizada a la hora de hablar sobrela realidad del ciclismo de aquel país.
Un ciclismo, el colombiano, que se ha convertido en la última década en una inagotable mina de puro talento que, como alerta ahora el corredor de Arkéa-Samsic, ha provocado que muchos jóvenes corredores emprendan la aventura europea siendo engañados por mánagers sin escrúpulos que, en ocasiones, les abocan a situaciones en las que “sufren malcomiendo, malviviendo e incluso terminando muchos con problemas psicológicos y abandonando el ciclismo».
Quintana denuncia esta situación en el podcast El Leñero, donde asegura que estas malas artes están afectando a corredores de edades cada vez más tempranas. “Han llegado personas, que no sé como llamarlas, que ofrecen a niños desde los 15 hasta 17 contratos con autorización de los padres para llevarles a Europa. Les dicen que son los representantes que ficharon y llevaron a Europa a Nairo, Iván Sosa, Rigoberto Urán, Egan Bernal … engañándoles para encontrar un campeón accidentalmente y llenarse los bolsillos de dinero«.
Una vez firmado el contrato, lo que parecía un futuro brillante en el Viejo Continente se trunca y se convierte en una pesadilla. “Todavía no han terminado la escuela y a menudo llegan a Europa sin dinero. Los meten por allá en sótanos en diferentes países, malcomiendo, malviviendo, y sufriendo, terminando los niños con muchos problemas psicológicos y abandonando el ciclismo y abandonando todo”.
El consejo del corredor colombiano a los jóvenes de su país que quieren seguir sus pasos es claro: “yo les digo que se queden aquí por los menos hasta sub’23 de segundo año y así tienen dos años más para aprovechar en Europa en la misma categoría y hacer escuela y terminar su formación”. Además, se ofrece a compartir su experiencia con aquellos que demuestren que están preparados para dar el salto. «Aquí formamos a los ciclistas, pero hay equipos interesados en ellos muy pronto. Yo les digo que estén tranquilos porque nosotros conocemos a la gente y los equipos, les podemos asesorar sin problema”.
El jefe de filas de Arkéa-Samsic para el Tour de Francia añade que “hay muchos que han retornado a Colombia fracasados, frustrados, y eso ha sido complicado de ver. Me da pena porque hablo y algunos piensan que es Nairo Quintana quien molesta, pero tenemos ciclistas buenos para buscar equipos y hacer carrera. Ahora sale la selección para el Tour del Porvenir. Hay que dar oportunidades a las jóvenes promesas en formación que no están en los equipos ProTour para que se promocionen, ya que los que están en la máxima categoría ya van a carreras importantes”.
En cualquier caso, Quintana no resta responsabilidad a los familiares de los corredores. “Son los padres de los niños los que firman los contratos por 5 años. Sería más lógico que les firmaran hasta la mayoría de edad, que sepan lo que hay y puedan decidir. Un niño con 15 años en Italia… sin conocer el idioma.. oímos que colombianos están robando, vendiendo marihuana, que les tiran la comida como a un perro y luego le dicen que se busque la vida como los demás”.
Quintana reconoció que “puede haber excepciones, como Egan Bernal, que ganó el Tour, pero es un único caso en la historia. Algunos quieren pasar de juvenil al Tour de Francia y eso no es así. Están todos afanados por lo que les dijeron o por lo que les iban a dar».
