#Trend El Giro que rueda
Naturalmente el arranque del Giro por Genova y San Remo concita muchas miradas. Con un buen rosario de figuras, entre las que todos miran a Alberto Contador, la corsa rosa rueda dirección sur mientras premia sus primeros ganadores. La crono por equipos volvió a ser para el Orica, que rara vez falla en la modalidad que lleva en el ADN, cosa que no ocurre con Sky, quien a pesar de no brillar en el test colectivo, vio como una de sus apuestas, Elia Viviani, no falló en la primera volata. En el norte, los Cuatro Días de Dunkerque dieron un buen espectáculo con victoria de Ignatas Konovalovas, frente al rival de Viviani en la madison, Bryan Coquard. La francesa fue una carrera con la televisión que no pudimos disfrutar en la Vuelta a Madrid donde Caja Rural también mojó, con Carlos Barbero, y ganó el ruso Evgeny Shalunov.
#Click Un Giro que luce lozano
Obviamente medir el Giro de Italia desde la dimensión del Tour de Francia resulta osado por muchas cuestiones, pero la estética de la carrera italiana, las imágenes que ofrece, los montajes que se deducen, la gente que acude a verla y la belleza del entorno completan una carrera única que parece pasar por sus mejores momentos. De los números de su explotación sabrán sus gestores, pero el aspecto desde fuera es envidiable.
#Profile Viviani sí hace diana
Elia Viviani es el típico ciclista que nos apetece ver por la polivalencia que implica ser pistard y rutero de cierto éxito. Sin embargo es esa versatilidad la que a su vez juega muchas veces en su contra. A pesar de ser un velocista con grandes dotes, la victoria no ha sido una constante en su carrera, donde abundan las plazas de honor en grandes carreras frente a bastantes victorias en pruebas de serie B. En Génova, el italiano pudo medir mucho mejor que sus rivales en una llegada realmente complicada como bien demostró el propio André Greipel, netamente superior al veronés.
Más sobre
–La caravana donde duerme Porte
-Sagan vuelve a sonar
-Cáceres, capital del ciclismo español