Récord hora: Dekker (52,221) acaricia la hazaña

Dekker, en acción © twitter

F. Ferrari / N. Van Looy / Ciclo 21

El esfuerzo, la adaptación y la preparación del holandés Thomas Dekker no han sido suficientes. Con una marca oficial de 52,221 kilómetros, se ha quedado a apenas 270 metros del australiano Rohan Dennis que recorrió una distancia de 52,491 kilómetros, y que, de momento, seguirá siendo el listón a batir para los futuros aspirantes.

270 metros. Una vuelta al velódromo hidrocálido de Aguascalientes, en el norte mexicano, y poco más. Es lo que le faltó a un Dekker que, sin equipo profesional para 2015, decidió embarcarse en la aventura de los 60 minutos, iniciada por el alemán Jens Voigt, superada por Matthias Brändle, fallada por Jack Bobridge y rematada por Dennis en Suiza. Cinco intentos, tres éxitos y dos fracasos. Un balance relativamente sorprendente para estos tiempos tecnológicos de vatios, potencia, series, pruebas, aerodinamismo, desarrollo, material sofisticado, nutrición especial, adaptación a  la altitud y un sinfín de variables que dejan poco margen al fracaso. Pero al final el que va encima es un ser humano, a veces impredecible por su factor mental y por cambios corporales que siempre aparecen cuando se pasa del entrenamiento a la realidad de la competición, al esfuerzo agonístico al máximo como siempre es un récord de la hora. Todos sus protagonistas coinciden en la tortura que supone.

Bien es verdad que el castigo que se inflige al cuerpo con un desarrollo descomunal –58×14 eligió el neerlandés- y sólo apto para hombres de poderosa pedalada y cadencia es más llevadero si después te haces la foto sonriente con la foto y las cinco cifras mágicas. Nadie desea pasar por la desolación máxima que supone el fracaso en la empresa -sin poner en duda su decisión de afrontar tal reto- como lo hizo en su momento Bobridge -que ya apuntó que lo volvería a intentar– como ahora Dekker en el alejado México de los Países Bajos. Un hombre que, al menos, tiene la oportunidad de resarcirse aprovechando su adaptación a la altitud americana. Francesco Moser y Tony Rominger ya lo hicieron en su momento, aunque con la diferencia de triunfaron en sus dos tentativas consecutivas. Su almohada dictará sentencia.

Desolado Dekker tras su intento © twitter

A pesar de todo, Dekker -contando con el factor altitud- tampoco quedó muy lejos del australiano y por otra parte líder del UCI World Tour. Su táctica era empezar más lento que Dennis y poco a poco incrementar el ritmo para ir superando la plusmarca. Pero el planteamiento fue diametralmente opuesto. Dekker comenzó con tiempos similares –penosa la producción televisiva y mediática sin apenas referencias-, incluso mejorando los de Dennis, pero en el ecuador el protagonista -vestido de hombre araña negro- fue perdiendo gas paulatinamente sin poder recuperarse y sin síntomas de lograr la remontada. Su último esfuerzo le llevó a acariciar la hazaña, pero se quedó a esos 270 metros, que en un evento de este calibre ya es una distancia respetable. Dekker pudo con Voigt, con Brändle y con Bobridge, pero no con un Dennis, cuya gesta suma más kilates.

Ahora conocemos el próximo aspirante femenino, la adaptada británica Dame Sarah Storey el sábado en Londres «contra» la holandesa Leontien Van Moorsel. La incógnita reside en quién coge ahora el testigo y se atreve con otro asalto que cada día se va poniendo más crudo. Wiggins, Bobridge, Rasmussen, Dowsett y alguno más –Tony Martin en 2016 y sin noticias de Cancellara– siguen entre los interesados, pero ya no hay fechas fijas en la agenda. El récord asoma a una fase de meditación profunda. A ver quién la despierta.

COMPARATIVA DE TIEMPOS

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Dekker, con su bicicleta © Ciclo 21

Nicolás Van Looy / Ciclo 21

Los 49,431 kilómetros que estableció Eddy Merckx el 25 de octubre de 1972 fue el último récord de la hora válido según la normativa actual establecido a la descomunal altura de México. Francesco Moser, que llevó la marca a los 50,808 y 51,141 kilómetros los días 19 y 23 de enero de 1984 también lo hizo en tierra azteca, pero su registro, se recoge actualmente bajo el epígrafe de ‘mejor esfuerzo humano según la UCI’ –el mismo en el que han quedado englobados los de Obree, Indurain, o Rominger–. Desde entonces, Boardman (49,441), Sosenka (49,700), Voigt, (51,115), Brändle (51,852) y Dennis (52,491) realizaron sus intentos en velódromos situados más cerca del mar, algo que también eligió Bobridge en su fallido intento.

Thomas Dekker, sin equipo este año, ha centrado todas sus energías en el que será –con casi toda seguridad– el último gran reto de su carrera como ciclista profesional. Buen, aunque no excepcional, contrarrelojista, la carrera del holandés quedó marcada por un positivo por EPO durante su etapa en el Rabobank. Tras cumplir dos años de sanción, tuvo la oportunidad de volver a militar en las filas de un conjunto World Tour. Lo hizo en el Garmin, en el que ha estado enrolado hasta el pasado año. Ahora, a sus 30 años, no ha dicho adiós de manera definitiva, aunque parece muy poco probable que pueda encontrar acomodo en un pelotón que hace ya semanas que echó a andar.

La menor densidad del aire a los cerca de 2.000 metros de altura de Aguascalientes será la gran aliada de Dekker en su intento. No es nada nuevo. Fue también en tierras mexicanas donde por primera vez el común de los aficionados comprobó en directo las bondades de la lejanía del mar. Fue con el llamado ‘salto del siglo’ de Bob Beamon en los JJOO de 1968, cuando llevó el récord del mundo de salto de longitud hasta los 8,90 metros, una distancia que mejoraba en 55 centímetros la marca anterior y que tardaría 22 años en ser superada. Pero, a la vez, esa altura puede jugar en su contra. Con menos de 15 días de adaptación –partió desde Amsterdam el pasado día 10 de febrero– será importante comprobar si su cuerpo se ha aclimatado a la privación de oxígeno inherente a esa lejanía de la cota cero del mar.

“Ha tenido tiempo suficiente para que la adaptación haya sido correcta”, asegura Manolo Sáiz a pregunta de Ciclo 21 al respecto. “Habría que conocer con exactitud cuál ha sido su preparación previa, pero en líneas generales antes se decía que había que estar 21 días para tener un buen rendimiento, pero hoy en día la tendencia es estar menos días y más veces”, confirma el cántabro.

Será el tercer intento en lo que llevamos de año y Dekker está convencido de que puede reventar la marca actual de 52,491 kilómetros. A diferencia de sus predecesores, el ganador de la Tirreno-Adriático de 2006 se ha concentrado al cien por cien en este intento. Cuando el pasado mes de noviembre anunció sus intenciones ya sabía que Garmin no contaba con él, por lo que todas las horas que ha pasado subido a la bicicleta han ido enfocadas a estos 60 minutos.

El intento comenzará a las 19:30 horas (18:30 canarias) de España y 12:30 en el velódromo mexicano de Aguascalientes.

Y el sábado en Londres será el turno de la adaptada británica Dame Sarah Storey en pos de la marca de la holandesa Leontien Van Moorsel. La fiebre no se calma.

Fotos exclusivas Thomas Dekker