Las carreras World Tour se le resisten a Evenepoel como no habríamos anticipado
Ya que le gustan tanto los números, Remco Evenepoel traducido a cifra son 22 victorias en dos años de profesional, victorias entre las que se cuentan dos World Tour como la histórica San Sebastián de hace más de dos años y la Vuelta a Polonia del pasado.
Triunfos por KO, por asfixia de los rivales, como en la Clásica Bruselas, como en la Copa Bernocchi, hay que admitir que el niño que monta en cólera por que Colbrelli no le pasa al relevo, se ha puesto el listón alto. Sinceramente, nosotros le dábamos como elemento favorito y desestabilizador en Lombardía, pero ni una cosa ni la otra.
A Remco Evenepoel le ha quedando una temporada bonita pero quizá no tanto como esperaba. Tras el fiasco del Giro, al que acudió por unas prisas que él solito y los suyos se metieron, nada de prensa ni aficionados, reconstruyó un buen estado de forma que le llevó a firmar victorias de esas de las que ha hecho marca. Atacando de lejos, muy de lejos, por aplastamiento de los rivales, amenazando cuando no doblando grupos en circuitos, haciendo feliz a la parroquia que quiere espectáculo.
Sin embargo, a nadie se nos escapada que el Remco Evenepoel del World Tour es otra cosa, el nivel sube, algo invisible a nuestros ojos por televisión, pero perceptible en el ritmo y en las piernas, y el corredor ya no machaca como nos tiene acostumbrados. Le viene sucediendo desde la caída de Lombardía del año pasado, es verdad, anteriormente había ganado de forma abrumadora Polonia, carrera World Tour, pero no con el nivel de una Tirreno o Dauphiné, por ejemplo.
Artículo completo en El Cuaderno de Joan Seguidor