Coronado como el mejor ciclista del mundo tras su incomparable 2024, Tadej Pogacar centra todas las miradas ciclistas de la temporada 2025, un año en el que tiene la difícil tesitura de salir a ganar en cada carrera y de intentar defender con éxito pruebas tan importantes como Lieja-Bastoña-Lieja, el Tour de Francia, Lombardía o el Mundial. Y eso sin tener en cuenta que todavía no ha tomado una decisión sobre qué segunda grande hará, si el Giro, que viene de ganarlo en 2025, o La Vuelta, que tratará de añadirla a su palmarés después del tercer puesto que logró en 2021, en su única participación hasta ahora.
Pogacar afronta un reto mayúsculo porque ha acostumbrado a la excelencia a todos los aficionados de este deporte. Todos esperan que ronde la matrícula de honor cada vez que se pone un dorsal y la realidad es que mejorar su 2024 es prácticamente imposible. Por lo tanto, es el más difícil todavía para él este nuevo curso, un nuevo año en el que afronta un intenso calendario en el que ha vuelto a marcar en rojo el Tour de Francia, el Mundial, Lieja, Lombardía y esa añorada y deseada Milán-Sanremo, una carrera que está cogiendo una trascendencia enorme porque es la que más está esquivando el triunfo del esloveno.
La nueva dimensión de la Milán-Sanremo
Décimo segundo en 2020, quinto en 2022, cuarto en 2023 y tercero en 2024, Tadej Pogacar no logra dar con la fórmula de la victoria en el primer monumento del curso, pero lejos de abandonarse y buscar nuevos retos, ya tiene claro que ese será su primer gran objetivo del año. Esa ambición desmedida por buscar imposibles es una de las cosas que más enganchan al actual campeón del mundo con el público en general. Se espera que esos últimos kilómetros de la Milán-Sanremo vuelvan a ser de los más apasionantes de toda la temporada.
Con París – Roubaix en el horizonte y en su mente, Pogacar volverá este año a las clásicas de adoquines, aunque todo apunta a que todavía no va a debutar en el Infierno del Norte, algo que está deseando todo el panorama ciclista y algo que acabará pasando más pronto que tarde porque pocas dudas quedan de que el líder de UAE tiene el anhelo de juntar en su currículum las tres grandes y los cinco monumentos y de la lista solo le queda por hacer ‘check’ en la Vuelta a España y las mencionadas Milán – San Remo y París – Roubaix.
Otro Pogacar-Vingegaard en el Tour 2025
Lo que está claro es que Pogacar partirá como favorito allá donde decida ponerse un dorsal y serán carreras en las que la competición se reducirá a un ‘todos contra Pogacar’. Al margen de lo que pueda verse en las clásicas de principio de temporada en la que el esloveno tendrá que medir sus fuerzas con ciclistas como Van der Poel o Van Aert, el Tour de Francia 2025 vuelve a erigirse como la gran reválida para todos. Allí acudirá el triple campeón a defender su corona ante un Vingegaard que el año pasado no llegó en plenitud y que seguramente buscará su mejor versión para pelear de tú a tú contra el esloveno. Los dos llevan una gran batalla en las carreteras francesas, se han llevado las últimas cinco ediciones y sus batallas ya son historia del ciclismo. Ese apunta a ser otro de los grandes duelos de la temporada, un duelo que, además, tendrá secundarios de lujo como Remco Evenepoel o Primoz Roglic.
La evolución del doble campeón olímpico es otra de las grandes incógnitas de cara a los próximos meses. Ya se ha convencido a sí mismo y al mundo en general que puede ser un corredor para las grandes de tres semanas, pero el Tour de 2024 le dejo claro que necesita mejorar un par de escalones en la montaña para acercarse a Vingegaard y Pogacar. Conocemos a Evenepoel, sabemos de su desmedida ambición y no hay duda alguna de que va a trabajar para alcanzar ese trono. En julio obtendremos la respuesta.
A falta de la decisión final de Pogacar o Vingegaard sobre el Giro o la Vuelta, sí parece claro que Roglic será de la partida en la primera de las tres grandes, algo que parece más complicado para un Evenepoel cuyo inicio de temporada viene marcado por esa lesión que se ha producido recientemente tras una caída y que va a retrasar sus planes de debut en 2025.
Van Aert necesita reivindicarse
Todo parece dispuesto para un año en el que Vingegaard y Pogacar se jueguen el trono de mejor corredores en grandes de tres semanas, al tiempo que el propio esloveno peleará de tú a tú en la mayoría de clásicas en las que Van der Poel llega como el rival a batir después de un 2024 en el que las caídas lastraron a un Van Aert necesitado de reivindicarse. El belga apenas cuenta con un monumento y todavía no ha podido estrenarse en Flandes o Roubaix. El tiempo pasa, las oportunidades se van acabando y él sabe que son dos carreras que debe sumar a su palmarés. ¿Será esta vez?
También debe ser un año importante para corredores como Tom Pidcock, que cambia de Ineos al Q36.5 buscando un calendario propicio para él y sus cualidades, para un Filippo Ganna totalmente centrado en la carretera después del 2024 olímpico o para Mads Pedersen, otro de los que busca reducir ese margen extra que parecen tener sobre él Van Aert o Van der Poel.
Precisamente Pedersen es uno de esos ciclistas ‘modernos’ que une su talento para las clásicas con su velocidad para los sprints, algo en lo que rivaliza con otros como Jonathan Milan o Jasper Philipsen. Ellos tres junto a otros como Tim Merlier o Dylan Groenewegen volverán a pelearse por ser los más rápidos del pelotón en un año muy especial para los velocistas, que volverán a tener, unos cuantos años después, la oportunidad de liderar el Tour de Francia tras la primera etapa. Esa será otra de las grandes batallas de la temporada.
El ciclismo español
En cuanto al ciclismo español todo apunta a que debe ser este 2025 el año en el que Carlos Rodríguez y Juan Ayuso den el salto definitivo para convertirse en candidatos reales a las grandes vueltas. El valenciano puede ser el líder de UAE en el Giro de Italia, mientras que el de Ineos volverá a tener sus oportunidades en el Tour de Francia. Son tiempos complicados para ganar en ese tipo de plazas debido a la desmedida ambición de los ya mencionados Pogacar, Vingegaard, Roglic o Evenepoel, pero ambos parecen ser capaces de dar ese paso adelante.
Enric Mas vuelve a partir como líder de Movistar después de su nuevo podio en la Vuelta; sin saber si sus mejores años sobre la bici ya han pasado o no, el balear volverá a tener a la estructura telefónica pendiente de sus andanzas y con el doble objetivo del Tour y la Vuelta, un calendario más que conocido. Mikel Landa, por su parte, podría tener la oportunidad de liderar a Soudal en el Giro después de un 2024 en el que, ejerciendo como gregario de Evenepoel, ha ofrecido unas magníficas prestaciones en la montaña.
Y todo esto sin olvidar a otros nombres del ciclismo español como Alex Aranburu, que sale de Movistar y recala en Cofidis, Pelayo Sánchez, cuyo Giro 2024 enamoró e ilusionó a partes iguales o el joven Iván Romeo, actual campeón del mundo de contrarreloj en la categoría sub-23. Hay presente y hay futuro, pero queda dar esos pequeños pasos que son esenciales para llegar a la élite más absoluta y sentarse a comer en la mesa donde comen los peces más gordos.
La vuelta de Van der Breggen cambia el tablero de juego de las féminas
También es una temporada realmente espectacular en el caso de las féminas porque se han producido una serie de cambios que dejan sobre el tapete una imagen totalmente nueva del pelotón. Hay muchas fichas que se han movido y el tablero cambia por completo con el regreso de Anna Van der Breggen y las salidas de Demi Vollering y Marlen Reusser de SD Worx.
Eso pone varias preguntas sobre la mesa que habrá que ir resolviendo, aunque las más inquietante es conocer el estado de forma en el que va a volver la mencionada Van der Breggen cuatro años después de su retirada. Ha seguido vinculada el SD Worx como directora, sin embargo, ahora, con 33 años, decide volver a ponerse el dorsal y lo hace con el propio equipo que la convirtió en leyenda.
Apunta a ser la gran líder del equipo junto a Kopecky en un reparto de roles bastante lógico. Mientras la neerlandesa debe asumir los galones en las grandes carreras por etapas, la belga es la gran dominadora de las carreras de un día. Pero ambas tendrán en frente a ciclistas y equipos cada día más profesionalizadas. Vollering llega a un pujante Groupama, las Trek con Longo Borghini a la cabeza siguen acechando y la llegada a Movistar de Reusser convierte al equipo español en referencia de nuevo, después de un año complicado tras la retirada de Van Vleuten.