A Robert Gesink (Jumbo-Visma) podríamos considerarle como el cuarto hombre del poderoso Jumbo-Visma para el Tour de Francia. Por delante de él, al menos sobre el papel, aparecen Primoz Roglič, Tom Dumoulin y Steven Kruijswijk, pero el neerlandés, de 34 años, no renuncia a asaltar no sólo el orden establecido en su escuadra sino, sobre todo, un podio del que ya se quedó muy cerca en su segunda participación (2010), cuando terminó cuarto en la primera Grande Boucle en la que llegó a París (tras las descalificaciones de Contador y Menchov) y en 2015, cuando acabó en sexta posición.
Es cierto, en cualquier caso, que el paso de Gesink por la ronda gala ha sido muy irregular. Mientras que las seis participaciones del corredor de Jumbo-Visma en la Vuelta a España se han saldado con tres top10, un abandono y dos irrelevantes puestos (incluido el 27º del pasado año al servicio de Roglič), en el Tour sus números son más modestos. Además de esos dos puestos ya mencionados, ha abandonado en tres ocasiones y otras tres veces se tuvo que conformar con plazas entre el 26º y el 33º.
En cualquier caso, Gesink se prepara a conciencia para defender sus propios intereses en la carrera francesa, pero sabe que si Jumbo-Visma quiere tener opciones de no terminar siendo un triste protagonista de los problemas que llegan parejos con la presencia de excesivos líderes en carrera, todos tendrán que remar en una misma dirección. “Con tres líderes fuertes, ese es un objetivo realista”, asegura sobre el triunfo final de alguno de sus compañeros en una entrevista concedida al Algemeen Dagblad.
Gesink reside desde hace ya un tiempo en Andorra, donde ha podido aprovechar los beneficios de la altura en estas semanas previas al reinicio de la competición, que en su caso se producirá en el Tour de l’Ain el próximo día 7 de agosto. Antes de eso, apura los últimos días de la concentración de su equipo en Tignes (Francia), también a más de 2.000 metros de altitud.
Gesink, insistimos, sabe que parte como el cuarto hombre del conjunto amarillo. Por delante de él, y no necesariamente en este orden, estarán Tom Dumoulin, segundo en la general final de 2018, Steven Kruijswijk, que terminó tercero el pasado año y, por supuesto, Primoz Roglič, cuarto en 2018 y que, desde entonces, no se ha bajado del podio en las grandes vueltas que ha disputado al ser tercero en el Giro y vencedor de la Vuelta a España en 2019.
Por ello, Gesink considera que “conseguir que alguno de los corredores del equipo lleve el maillot amarillo en París sería fantástico”, pero avisa: “sería una broche de oro para mi carrera”.
El neerlandés asegura estar “en buena forma. Estoy listo para competir nuevamente. Ahora lo importante es que las carreras, con el ojo puesto en la salud pública, se puedan correr, pero eso depende de los expertos”.
En ese mismo sentido, el tapado del Jumbo-Visma explica que su equipo está siguiendo unas normas muy estrictas de aislamiento en su concentración francesa. Hacen todo lo posible por mantener esa burbuja protectora a su alrededor. “No nos detenemos en la cima de una subida durante un entrenamiento. Tampoco nos podemos parar a hacernos fotos con los aficionados que nos encontramos. Nuestra obligación es trabajar duro y asegurarnos de que estamos listos para el Tour”.
En cualquier caso, y pese a no renunciar a su propio sueño, Gesink partirá desde Niza sabiendo que su rol inicial será el de gregario de lujo. “Quiero lograr con mis compañeros lo que fue un paso demasiado alto para mí, el maillot amarillo”.
Pese a todos los sobresaltos que ha vivido esta temporada, y siempre que se pueda cumplir el calendario previsto, Gesink no cree que la preparación específica de cara al Tour de Francia vaya a ser muy diferente a la de otras temporadas. El neerlandés encandenará el Tour de l’Ain y el Critérium du Dauphiné. “Luego, en combinación con todo el entrenamiento, tenemos suficientes kilómetros en las piernas para el Tour de Francia”.
El corredor de Jumbo-Visma considera, eso sí, que la Grande Boucle de este año podría ser distinta a la de los últimos años. En ese sentido, espera una carrera más intensa e impredecible. “Creo que todos los equipos tienen su alineación más fuerte. Normalmente, muchos corredores llegan un poco pasados, cansados de una pretemporada difícil. Ahora todos están frescos e impacientes. Eso ciertamente proporcionará espectáculo y sorpresas”.
Soy ex ciclista de competición, federado, principiante y amateur de la Federación valenciana, ( años 60s )
Veteranos, Federación catalana (años 80s ). Actualmente soy ciclista de rodillo, con aspiración de volver a la ruta ó a la montaña, únicamente en plan de paseo y relajacion.