Nicolás Van Looy / F. Ferrari / Ciclo21
El Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) ha confirmado la sanción de cuatro años por dopaje con hormona del crecimiento (GRHP) impuesta por la Unión Ciclista Internacional (UCI) al italiano entonces del Bardiani, Nicola Ruffoni el pasado 14 de diciembre. De esta forma, el corredor ya no puede recurrir más y no podrá volver a tener ninguna licencia hasta el 3 de mayo de 2021.
El conjunto transalpino también registró el caso de Stefano Pirazzi -también cuatro años- por lo que fue suspendido un mes. No así por su tercer caso protagonizado por Michael Bresciani.
LISTA SUSPENDIDOS Y SANCIONADOS POR DOPAJE
Más información del caso a continuación.
7 mayo 2017
Nicola Ruffoni (Bardiani-CSF), uno de los dos corredores que el pasado jueves fueron calificados como no negativos, el eufemismo con el que las autoridades antidopaje se refieren a los positivos hasta que son confirmados con el análisis de la muestra B, a escasas 24 horas del inicio del Giro de Italia y que, por lo tanto, no pudieron tomar parte en la corsa rosa, ha querido dar la cara y explicar, como suele hacerse en estos casos, que “no he utilizado nunca sustancias prohibidas”, pese a que las evidencias hablan en su contra y que el producto encontrado en su orina es, nada más y nada menos, que una hormona de crecimiento de última generación.
El italiano ha dado estas explicaciones a través de su página de Facebook y explica que “a raíz del positivo del control al que fui sometido el día 25 de abril y después de la sorpresa y el desconcierto de las primeras horas, quiero aclarar que yo nunca he utilizado productos prohibidos durante mi carrera como ciclista” y aclara que “mis hábitos alimenticios no han cambiado en los últimos meses así como tampoco lo ha hecho mi estilo de vida”.
Como suele ser común, el corredor asegura estar “buscando una explicación lógica a lo que me ha pasado intentando recordar todo lo que he hecho en el último mes previo al control” y, en relación a ese repaso de lo acontecido en su pasado más reciente, quiere encontrar una explicación a su no negativo en un tratamiento médico. “Quizás, la presencia de hormona de crecimiento en mi orina podría tener que ver con un tratamiento por una fuerte prostatitis [inflamación de la próstata, N.d.A.] que seguí entre el 20 de marzo y el 20 de abril y que me obligó a alejarme de la competición y a tratarme con antibióticos”. Es por este motivo que Ruffoni anuncia que el siguiente paso que dará será el de “ponerme en manos de un reconocido endocrino para tener información al respecto”.
Ruffoni asegura “ser consciente de que mi carrera como ciclista está en riesgo, pero también soy consciente de no haber realizado ninguna actividad fraudulenta” anunciando que “esperaré serenamente el contraanálisis y trataré de defender mi credibilidad hasta el final”.