Sacrificar o no sacrificar…

Rafa Mora / Ciclo 21

© Tour Francia

Sacrificar o no sacrificar. Esa fue la cuestión para el SD Worx. Se cae tu líder y LA líder -Vollering- a 6km de meta, dejas delante opción de etapa para dos de las tuyas -Vas y Wiebes-, y solo tienes una bala perdida en el camino para intentar acercar al maillot amarillo al grupo de favoritas. Mischa Bredewold -la bala que decíamos- hizo su parte, vale, pero tarde y mal -balita, pues, porque fueron unos metros porque la pobre venía de apretar de lo lindo previamente-, y al final, pues mira, del 1.30 que perdía Demi al subirse a la bici tras la caída, a 1.47 en meta, y la que era la mandamás se pone ahora a ver la batalla desde una lejana 9ª plaza y con 1.19 de barrera. De mucha barrera. Entonces, no sé, se me antoja que la victoria de etapa de Vas, y menos mal, no parece premio disfrutable.

La imagen de Vollering, sola, absolutamente sola intentando minimizar los daños ante la cabeza de carrera es bastante dantesca. Rara, si me permiten. Vaya, que hasta uno podría imaginarse incluso que nadie quisiera, en el seno de su equipo, el bien de la máxima favorita a la general. Porque si me dicen que el SD Worx es un bloque necesitado de victorias de etapa, pobre para el que un triunfo parcial en el Tour casi salva la temporada, te compro que tu jefa, oye, mala suerte, se quede desamparada. Pero yo me niego a pensar que el SD Worx haya venido aquí a ganar etapas. Se presupone que, con su potencial, si vienes a por la general, caer caerá alguna sin necesidad de meterte en marrones como el de hoy.

Entonces, ¿qué subyace? ¿Egoísmo? ¿Ambición? ¿Falta de sentido de equipo? ¿Falta de respeto a tu líder? Y mira que me duele hablar en estos términos, pero ante este panorama da la sensación de que allá adentro, si algo no iba bien, ahora irá peor. Porque la caída, que es un incidente de carrera, es de respuesta inmediata, como siempre la ha habido, y en la soledad de Demi está la culpa que cargará más de una espalda ‘amiga’.

Y luego está ella, que veremos qué pasa, porque sí, acabó la etapa, sí, remó rápido, pero sus gestos delatan dolor. Primero, la dificultad para mover la cadera y subirse a la bici en el mismo punto de la caída, y luego en el rodillo postcarrera, con un rictus de dolor demasiado fuerte, demasiado claro, muy generador de dudas.

Así pues, cambio radical en todo. Primero, con Kasia Niewiadoma nueva líder, con Faulkner y Pieterse en menos de 22 segundos, y con el festival de tres días por delante que va a ser interesante. Porque se abren dos carreras, la de las favoritas reales, y la de Demi contra el mundo. Y no lo digo por preferencia hacia ella, sino porque a las claras estaba que era, hasta hoy y sin caídas, la más fuerte. A ver si el sacrificio hecho por el equipo ha valido la pena o no…

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