La semana polaca le estaba sentando bien a Peter Sagan hasta que se derrumbó de forma llamativa en la etapa reina. Qué clavado le vimos. Su salida por la puerta de atrás del Tour fue la comidilla del inicio de la carrera cuando ésta esperaba las grandes etapas. Una expulsión que es historia de la temporada que se vincula a otras acciones que este Sagan, figura abosluta del ciclismo moderno, ha ido protagonizando.
Porque la vida de Peter Sagan es muy complicada de gestionar. Es sencillamente una vida en cámara rápida, pasada a toda velocidad, como ese corredor que no escatima en meterse en fugas, disputar pequeñas cotas y medirse con Keittel, Cav y cia en los grandes sprints.