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Foto Euskaltel
La octava etapa del Giro de Italia, una compleja contrarreloj de 54,8 kilómetros entre Gabicce Mare y Saltara, no ha sido un buen día para Samuel Sánchez, aunque. con pinchazo de rueda delantera incluido, ha cedido poco más de tres minutos con respecto al hombre referencia en estas lídes, Bradley Wiggins, segundo en meta,, a diez segundos del inesperado vencedor, Alex Dowset. El medallista olímpico se sitúa decimoquinto en la general, a 3-43 de Vicenzo Nibali, nuevo líder.
Una vez finalizado el esfuerzo, Sánchez indicaba que «ha sido una crono muy exigente, de las de marcar diferencias importantes. Las sensaciones no han sido ‘super’, y tampoco hemos tenido fortuna con el pinchazo a mitad de recorrido, pero hemos conseguido salvar un día muy importante y seguimos optando a conseguir los objetivos marcados en Nápoles. Venimos con la idea de ganar una etapa y optar a un puesto destacado en la general y seguimos en la pelea tras la primera semana de carrera. El equipo ha rayado a gran altura estos primeros días y hay que seguir concentrados, mantener la calma. Aún faltan dos semanas», resumía.
Por su parte, Gorka Gerrikagoitia señalaba que «quizás nos ha faltado el punto de confianza que te da el haber afrontado anteriormente una crono tan larga con un resultado más destacado que los obtenidos. Hemos ido de menos a más y de no ser por el pinchazo, habríamos marcado un registro mejor».
