Philippe Gilbert (Verviers, 5 de julio de 1982) es uno de esos corredores del que, tirando del tópico facilón, se puede decir que lo ha ganado todo. El belga buscó en este 2017 una reinvención de sí mismo y para ello abandonó BMC para enrolarse en el Quick Step Floors. El cambio le sentó bien y a sus 34 años (ahora ya 35) completó una primavera de ensueño a la que el triunfo en la Vuelta a Flandes, vestido además con el maillot de campeón nacional, puso la guinda. Una victoria que llegó, como también parece ser su sino, con algo de ruido debido a las circunstancias de carrera que se produjeron. Gilbert estaba en racha. Desde la A Través de Flandes, en la que acabó segundo por detrás de su compañero Yves Lampaert, el valón iba encadenando triunfos y podios que le hicieron soñar con el doblete Flandes-Roubaix. Con De Ronde en el bolsillo, sólo el Infierno del Norte y La Primavera se interponían en su sueño de conseguir el póquer de Monumentos. Su estado de forma, evidentemente si uno ha ganado en Flandes, hacía pensar que la prueba adoquinada francesa estaba más cerca que nunca, pero este 2017 Quick Step tenía un único plan para ese día: apostarlo todo por Tom Boonen en el último día de su carrera deportiva. Hubo algo de tensión, pero Gilbert, al que Lefevere parece haber conseguido templar su irreductible carácter, se plegó a los deseos del equipo y se centró en preparar las Ardenas.
Era imposible que, tras esa racha triunfal, el de Verviers pudiera llegar en plena forma a las clásicas de su región, pero el Gilbert de 2017 recordaba mucho a aquel que deslumbró en el arranque de esta década y volvió para ganar la Amstel Gold Race. Después, ya se sabe, llegó la renovación por dos temporadas más con la escuadra de Lefevere, con quien le une un amor incondicional. Un amor del que, espera, nazca el fruto más importante de su carrera como ciclista profesional: el pleno de triunfos en los Monumentos.
Ese sueño es lo que, tal y como reconoce el propio corredor en declaraciones a la web de su equipo, es lo que más le motiva en estos momentos de cara a la campaña de 2018. “La primavera es mi parte favorita de la temporada, así que está claro que me voy a centrar en las clásicas. Todo el mundo sabe que sueño con ganar Milán-San Remo y París-Roubaix y completar mi palmarés con esos dos Monumentos. Tenerlos como objetivo me motiva, pero no todo girará en torno a esas carreras ya que quiero ser competitivo en todas las clásicas”.
Echando la vista atrás a lo conseguido en 2017, Gilbert analiza que “la Vuelta a Flandes era un gran objetivo para mí. Llevaba meses hablando de ello. Siempre soñé con ganarla. Fue un momento especial. No sólo por la victoria, sino por haberla conseguido corriendo para un equipo belga y vistiendo el maillot de campeón belga. Será un momento que recordaré siempre”.
Tras ese parón obligado por el guión establecido que tenía que dar todo el protagonismo en Roubaix a Tom Boonen, Gilbert cuenta que “volví dos semanas más tarde, en la Amstel Gold Race, sin tener ni idea de lo duro que sería el día en el plano emocional. Tenía buenas piernas, pero cuando se produjo la caída a falta de 100 kilómetros fue un momento muy duro. Lo primero que pensé es que mi carrera, e incluso mi temporada, habían terminado. Con ayuda del equipo conseguí alcanzar de nuevo al pelotón y colocarme delante justo antes de que la carrera explotara. Ganar después de esa montaña rusa emocional, tras los 100 kilómetros más intensos de mi carrera, en un trazado tan impredecible, fue muy emocional y me vació de energía”.
Ahora, comenzando su preparación de cara a 2018 y con la jubilación cada vez más cerca, Gilbert se muestra orgulloso de lo conseguido a lo largo y ancho de sus 16 años de carrera deportiva. “He tenido mucho éxito en las clásicas a lo largo de todos estos años y seré muy feliz si consigo otro triunfo antes de colgar la bicicleta. Si no lo consigo, asumiré las cosas tal y como lleguen. Incluso, si no consigo ganar todos los Monumentos, quiero saber que lo intenté y, cuando llegue el momento, retirarme del ciclismo sin remordimientos”.
Philippe Gilbert y los 5 Monumentos
Año | San Remo | Flandes | Roubaix | Lieja | Lombardía |
2003 | DNS | DNF | DNS | DNF | DNS |
2004 | 14º | DNS | DNS | 40º | DNS |
2005 | 6º | DNS | DNS | DNF | 74º |
2006 | 32º | DNS | DNS | 38º | DNF |
2007 | 21º | 25º | 52º | 16º | DNS |
2008 | 3º | 15º | DNS | 92º | DNS |
2009 | 23º | 3º | DNS | 4º | 1º |
2010 | 9º | 3º | DNS | 3º | 1º |
2011 | 3º | 9º | DNS | 1º | 8º |
2012 | 87º | 75º | DNS | 16º | DNF |
2013 | 32º | DNS | DNS | 7º | 20º |
2014 | 13º | DNS | DNS | 8º | 7º |
2015 | 55º | DNS | DNS | 36º | 33º |
2016 | DNS | DNS | DNS | DNS | 34º |
2017 | 29º | 1º | DNS | DNS | 27º |