Redacción / Ciclo 21 / Proyecto Fer
Llanea, esprinta, escala. Le gusta la música. De hecho, toca la guitarra y el piano. También le encanta pintar y dibujar. Y, por si todas estas virtudes no fueran suficientes, siempre fue una buena estudiante, hasta que el ciclismo la absorbió por completo y le obligó a dejar, momentáneamente, los estudios de Arquitectura Técnica. Es el retrato de Sandra Alonso. La chica perfecta. La ciclista total. La deportista que se encuentra inmersa en un 2023 vital, un curso decisivo, en el que dirime su presencia en los Juegos de París. A finales de octubre, se cierra el proceso clasificatorio para la cita olímpica. En ese momento, se conocerá un dato muy relevante: las plazas de que dispondrá el ciclismo femenino español en los Juegos Olímpicos del próximo verano. Serán 2 o 3. En cualquiera de los casos, Sandra (24 años, nacida en México, pero afincada en Torrevieja desde que tenía meses) es una de las aspirantes a alguno de estos preciados y cotizados pasaportes.
Con todo, Sandra va a tener que empezar la temporada de cero. La ciclista alicantina abrió el curso 2023 a principios de febrero, en Almería. Disputó su primera prueba fuera de España el pasado 11 de marzo. Corrió la prueba con final en Drenthe, Bélgica. Más que corrió, la inició. Porque no pudo finalizarla a causa de una caída. Un percance que resultaría premonitorio. Cuatro semanas más tarde, el sábado 8 de abril, la ciclista FER retornaba a la Paris Roubaix, en cuya edición de 2022 lograba una formidable 10ª plaza. Para su desgracia, sufrió un nuevo percance. Esta vez, más grave. Rotura de clavícula e inevitable paso por el quirófano. «Ha transcurrido casi un mes. Felizmente, me encuentro ya casi recuperada. Ya estoy entrenando. Si todo va bien, mi intención es volver a competir a mediados de mayo: la Clásica de Navarra, el día 10; la Vuelta a País Vasco, del 12 al 14; y la Clásica de Durango el día 16. Después, ya me reencontraría con las carreras internacionales. La primera sería la Thuringen, en Alemania, del 23 al 28 de mayo» , señala Sandra.