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Hace un año eras tercero en Lieja-Bastoña-Lieja y lograste uno de tus mejores resultados como profesional hasta la fecha. ¿Cómo fue este día para ti?
Recuerdo que fue un día increíblemente frío y húmedo. Después del punto medio de la carrera, tenía tanto frío que apenas podía sentir mis manos. Se puso tan intenso que casi me caigo en dos ocasiones, ya que ya no podía sostener el manillar correctamente. Luego me detuve para cambiarme los guantes, que se habían empapado por la lluvia, pero un mecánico tuvo que hacer eso por mí porque tenía los dedos muy fríos. Lo que siguió fue una persecución de casi 40 kilómetros. Realmente era cualquier cosa menos las condiciones ideales para un podio al final del día.
Entonces, ¿cómo pudiste acabar al frente al final de la carrera?
Los otros corredores estaban experimentando las condiciones igual que yo, por lo que todos estaban luchando. Al final, todos estaban simplemente rotos. Tampoco me quedaba mucho en el tanque, pero seguí empujando. Mi entonces compañero de equipo, Davide Formolo, fue increíblemente fuerte en la última subida y pudo mantenerse al frente. Estaba en un grupo detrás y ahorré energía para el sprint, y así fue como terminé tomando el tercer lugar.
¿Dirías que Lieja-Bastoña-Lieja fue tu mejor o más dura carrera hasta ahora?
No, no necesariamente. Diría que la Vuelta al País Vasco del año pasado, por ejemplo, no fue menos exigente. O incluso París-Niza este año. Lieja-Bastoña-Lieja, sin embargo, es un nombre mucho más grande y, por lo tanto, posee mayor atractivo que una etapa durante una carrera por etapas.
Mencionó la edición de este año de París-Niza: no podría haber deseado un mejor comienzo de temporada este año, ¿verdad?
Bueno, siempre podría haber terminado en un lugar más alto en la clasificación en el Tour del Algarve [risas]. No, estoy bromeando. No puedo quejarme de los resultados que he tenido hasta ahora en 2020. El entrenamiento durante todo el invierno parece haber pagado dividendos, y también me estoy beneficiando cada vez más de mi creciente experiencia como ciclista.
También causó una muy buena impresión en París-Niza en las subidas más largas. ¿Cambiaste algo en tu entrenamiento durante el invierno para adaptarte a esto?
No, no particularmente. Creo que me he estado desarrollando constantemente, como lo he estado haciendo en los últimos años. En nuestro campamento de entrenamiento, ya me di cuenta de que parecía haber emergido de los meses de invierno con piernas muy fuertes. La diferencia con los años anteriores es que estoy asumiendo el papel de líder con más frecuencia, y mis ganancias en el rendimiento también se reflejan en mis resultados. Cuando trabajas como ayudante, los desarrollos no son necesariamente tan claramente visibles, aunque pueden estar ocurriendo.
Hasta ahora, te han considerado principalmente un gran clasicómano y un excelente contrarrelojista. ¿Las carreras por etapas más largas también son algo que podría atraerte en el futuro?
No se puede alargar mucho más que París-Niza, a excepción del Tour de Suiza y las grandes vueltas. Sin embargo, todavía me gustaría dejar abierto hasta qué punto podría perseguir estas carreras más largas en el futuro. Estoy contento con mi nivel actual, pero espero poder ampliar mi espectro de habilidades como piloto en los próximos años.
Definitivamente hubieras entrado en las clásicas en buena forma este año. En cambio, las carreras ahora se han tomado un descanso. ¿Cómo estás lidiando con la situación actual?
No soy realmente alguien que pasa mucho tiempo reflexionando sobre el «qué pasaría si». En cambio, estoy tratando de hacerlo lo mejor posible a pesar de este momento difícil y continuar entrenando. Ya tengo mi vista puesta en la próxima carrera, incluso si probablemente sea el Tour de Francia en lugar de Lieja-Bastoña-Lieja. Al final del día, todavía tienes que mantenerte motivado. En cualquier caso, mi objetivo final es llegar a mi próxima carrera en la mejor forma posible.
