Todos los deportistas compiten para ganar, pero los grandes deportistas saben también que ganar no es siempre lo más importante. Y uno de esos grandes deportistas, como mínimo grande en corazón, es Sebastián Blanco, ciclista del equipo de MTB Berria Electrofactory.
La localidad madrileña de Becerril de la Sierra acogía durante el fin de semana del 27 y 28 de junio la última prueba del Open de España de BTT. Sebastián Blanco afrontaba la prueba con mucha ilusión y una gran motivación por estar en los primeros puestos. Se había preparado para ello y había llegado la hora de la verdad. Sin embargo, no había terminado la primera vuelta y, a pesar de ir colocado en los primeros puestos, Sebastián decidió que ese día lo más importante no era ganar. “No habíamos concluido la primera vuelta cuando comenzamos una bajada importante y vi de reojo un cuerpo en el suelo. Fue instintivo, en ese momento la carrera terminó porque enseguida vi que el compañero no se movía y que podía ser grave”.
Sebastián no lo dudó, se bajó de la bicicleta para intentar ayudarle, “quiero pensar que fui el primero en verlo”, asegura. Ramón Sangues, que así se llama el corredor que sufrió la grave caída, estaba tumbado junto a un escalón, “en una posición en la que no era fácilmente visible y podía ocurrir otro accidente. Estaba inconsciente, hiperventilaba y estaba tembloroso. La verdad es que no sabía muy bien qué hacer, lo primero fue protegerle y comprobar que no se tragara la lengua, aunque era complicado visualizarlo ya que tenía toda la boca llena de tierra porque había caído de cara contra el suelo”. Al no haber visto la caída, Sebastián decidió que lo mejor era no moverle y avisar a los responsables de Emergencias mientras alertaba al resto de los corredores que pasaban para que no ocurriera otro accidente que agravara la situación. Otros compañeros también pararon después a ayudar, porque, afortunadamente, para la gran mayoría de deportistas, lo más importante no es ganar.
“A los cinco minutos más o menos, el compañero recuperó la consciencia, pero estaba totalmente desorientado. Entonces decidimos moverlo pero sin quitarle el casco por si tenía algún tipo de lesión”, recuerda Sebastián. No habían pasado diez minutos desde el aviso, cuando llegaron los miembros de Protección Civil. En aquel momento, Sebastián sabía que su labor había terminado y se subió de nuevo a la bicicleta. Sebastián Blanco no es un corredor que se deje llevar por el miedo, pero en esta ocasión durante la vuelta siguiente sí sintió ese temor que te hace tocar el freno más de la cuenta. Y aun así, Sebastián logró acabar en una más que meritoria posición entre los 20 primeros. Aunque para todos los que amamos el deporte y el ciclismo en particular, el domingo en Becerril de la Sierra, Sebastián se subió a lo más alto del podio, el del lado humano del deporte. “Fue una reacción totalmente instintiva, en la que la carrera pierde todo su sentido. Lo único que importaba era el compañero que estaba en la tierra. Lo mejor de todo es que parece que el chico no tiene heridas de gravedad. Ese es el mejor trofeo de la carrera del domingo”.
Sebastián ha demostrado que encarna los valores que todo deportista debe tener y por ello desde Berria no podemos más que felicitarle y quitarnos el sombrero ante todo un campeón sobre la bici, pero también pie a tierra. Gracias Sebastián por recordarnos que la victoria no es siempre lo más importante.