En el imaginario colectivo el apellido Higuita sigue unido, irremediablemente, al nombre de René, aquel excéntrico portero colombiano apodado El Loco que se hizo internacionalmente famoso el 8 de septiembre de 1995, en un Inglaterra-Colombia disputado en Wembley, al detener un disparo de Redknapp con aquella acrobacia imposible que se acabó bautizando como el escorpión.
Ahora, otro Higuita, también colombiano y de nombre Sergio, quiere construir su propia historia en el ciclismo. Tras un 2019 de ensueño, en el que no sólo dio el salto a Europa de la mano de la Fundación Euskadi sino que, sobre todo, llegó al World Tour en mayo con el Education First y ganó la 18ª etapa de la Vuelta a España, su primera grande; le toca pensar y soñar a lo grande.
Y en el ciclismo no hay nada más grande que el Tour de Francia, una carrera que, según él mismo cuenta en una entrevista concedida a El Espectador, “los dueños del equipo querían que corriera este año, pero los directores se negaron. Ellos querían que hiciera primero la Vuelta”.
Pasado ese primer fogueo en una prueba de tres semanas, ha llegado el momento de plantearse, ahora ya muy en serio, su presencia en el Tour de Francia. Los responsables de Education First “han dicho que me quieren llevar”, explica Higuita, pero él no se niega, aunque intuye algún problema. “Lo quiero correr, pero también quiero estar en los Juegos Olímpicos. De eso dependerá mi calendario”.