Acostumbrados a hablar de la potencia de Filippo Ganna y Jonathan Milan, o de la clase y el compromiso de Elia Viviani, muchas veces dejamos al resto de los integrantes de la selección italiana en un segundo plano. Sin embargo, en la ‘squadra azzurra’ hay otros ciclistas capaces de brillar cuando las circunstancias le son propicias.
Es el caso, por ejemplo, de Simone Consonni, que llegaba a Grenchen con el aval de un triunfo de etapa en el Saudi Tour y se iba del Tissot Velodrome con cuatro medallas: el oro en la persecución por equipos y en la puntuación, y la plata en el ómnium y en la madison. Un excelente balance e inesperado ya que Viviani es el titular de la prueba combinada, pero un proceso gripal del veronés abrió las puertas de este bergamasco de 28 años, profesional con el Cofidis. “Viviani es el titular, yo soy el reserva y espero haberle remplazado dignamente”, indicaba con modestia tras la prueba.
Consonni además, reconocía que “después del Saudí Tour llegué cansado y poco motivado, pero estar en este grupo me ha llevado al cien por cien”.
Profesional desde 2017, con el UAE, fue en 2020 cuando pasó al Cofidis, donde primero fue uno de los lanzadores de precisamente Viviani y ahora es uno de los estiletes del conjunto galo, donde milita también Benjamin Thomas, el que fue su gran rival en el ómnium del sábado. “Quise sorprenderle en la segunda parte de la puntuación, pero hizo una carrera increíble”.
Son sus dos primeros oros continentales, aunque ya ha sido campeón olímpico y mundial con la cuarteta italiana, y en su palmarés se incluyen otras cinco platas continentales y otras siete medallas mundialistas.
Pero la gran cita será París 2024 donde, aparte de ser uno de los integrantes de ese equipo de persecución, está por ver si es el elegido para el ómnium, por mucho que Viviani sea el titular a día de hoy, como se encarga de recordar Marco Villa, aunque el seleccionador también decía que “las puertas están abiertas para todos, veremos quien está en las mejores condiciones”.